MOTORPSYCHO
“The All Is One” STICKMAN RECORDS
No cabe duda de que Motorpsycho es una de las mejores bandas de nuestro tiempo. Una carrera musical de más de 25 álbumes en 30 años en la que predomina la excelencia y la experimentación así lo avalan (recordemos que discos como Phanerothyme o The Death Defying Unicorn llevan su sello). Este pasado día 28 de Agosto sacaron el disco que nos ocupa, The All is One, que cierra la trilogía que abrieron en 2017 con The Tower y continuaron en 2019 con The Crucible, en la que la mayor coherencia está en el diseño sonoro y la instrumentación elegida.
Y lo hacen de forma magistral, dejando otra obra maestra del rock progresivo para la historia. Si bien es cierto que es un disco difícil de escuchar por su duración y su compleja estructura, recompensa mucho al oyente ya que en todo momento se están resolviendo puzles armónicos, dejando muchos momentos satisfactorios, en los que dejarse llevar por la melodía es tan mágico como ver un bosque crecer a cámara rápida. Podríamos decir que el disco se divide en tres partes, la primera, que ocupa los primeros 4 temas, es una orgía progresiva, recordando al magnífico disco de Wobbler de este mismo año Dwellers of the Deep.
En esta parte destacan los pasajes instrumentales, los ritmos asincopados y las poliritmias siempre manteniendo como timón las melodías entrecruzadas de guitarra y teclados. La parte central la ocupa la suite de 35 minutos N.O.X. que es la parte que personalmente, y por mi afición a las progresiones lentas y al post, más me ha gustado. Y es que en esta suite reinan las atmósferas oscuras y los ritmos tribales y juguetones que nos trasladan por múltiples paisajes de forma pausada y medida. Aun así y a pesar de la continua repetición de leitmotivs y gracias a una gestión sonora acertadísma, no suena el disco pesado o monónono en ningún momento. A destacar la parte 4 de la suite Night of Pan, que es tal vez el momento culmen de un disco culmen de por sí. Por último, el disco cierra con 4 temas mucho más clásicos y pausados, en la que la balada The Dowser, a pesar de durar menos de 3 minutos sirve como magnífico puente al cierre apoteósico de Like Chrome. Un disco sobresaliente de una banda a todas luces histórica.