La confianza de las empresas se recupera
La principal sorpresa económica de los primeros meses de 2017 ha sido el aumento de la confianza empresarial, aunque todavía no esté generando una recuperación positiva generalizada en las evaluaciones de riesgos sectoriales y de país. A nivel mundial existe una ligera aceleración del crecimiento del PIB, del comercio y del precio del petróleo
Los índices PMI de confianza empresarial han aumentado considerablemente, a pesar del persistente contexto de riesgo político en los EEUU (la política comercial y exterior del nuevo Gobierno) y en Europa (varias elecciones con resultados inciertos). En esta etapa, los mercados financieros, uno de los canales tradicionales de transmisión de riesgo político, junto con la confianza empresarial, tienen unas perspectivas positivas. Los hogares y las empresas no están retrasando sus decisiones sobre inversiones y consumo. Tras este fenómeno también se puede observar la disminución del riesgo de deflación en las economías avanzadas y en China, y unas condiciones de financiación altamente favorables en la Eurozona (excepto en Portugal y Grecia).
Este marcado cambio en la confianza empresarial en las economías avanzadas, y la recuperación económica en los mercados emergentes (previsiones de aumentos de un 1% en Rusia y un 0,4% en Brasil) han llevado a Coface a incrementar a un 2,8% sus previsiones de 2017 para el crecimiento mundial y a un 2,4% para el comercio internacional (tras un aumento del 1% en 2016).
En términos de riesgo sectorial, el sector metalúrgico ha sido durante los últimos tres años el sector de mayor riesgo en el mundo, pero las mejoras se están empezando a sentir. El crecimiento de la producción de metales se está desacelerando considerablemente en China, mientras que los precios se están incrementando de forma sostenida debido al alto nivel de actividad en los sectores de la construcción y automoción en EEUU y a la mejora de estos sectores en Europa Occidental. La implantación de aranceles a productos siderúrgicos chinos también ha proporcionado un respiro a los productores de acero en Europa y Latinoamérica. En este contexto, Coface ha mejorado su evaluación de “riesgo muy alto” a “riesgo alto” en Latinoamérica, impulsado por Brasil y los países emergentes de Asia, gracias en particular al aumento de la demanda interna en China.