El III Convenio Colectivo Estatal de la Industria, la Tecnología y los Servicios del Sector del Metal
El pasado día 5 de noviembre, CONFEMETAL, CCOO de Industria y FICA-UGT firmaron el III Convenio Colectivo Estatal de la Industria, la Tecnología y los Servicios del Sector del Metal (CEM). El III CEM supone un salto cualitativo en la negociación del Sector, ya que mejora de forma sustancial los contenidos normativos del convenio anterior y, al mismo tiempo, desde el punto de vista de la estructura negocial, sigue dando continuidad a la acusada descentralización en convenios sectoriales provinciales y de empresa que caracterizan al Sector.
La estructura de la negociación colectiva en el Sector está dominada tradicionalmente por el nivel sectorial provincial. Consciente de esa realidad, el CEM no regula ni tiene como fin, negociar condiciones de trabajo de carácter económico, ni la ordenación del tiempo de trabajo, sino un conjunto determinado de materias, entre ellas, todas las reservadas por el art. 84.4 ET y alguna otra respecto de la cuál entiende que resulta adecuada una ordenación común.
El CEM es un convenio para convenir, o mejor un convenio colectivo marco impropio o mixto, que en parte regula condiciones generales de trabajo y en parte la estructura de la negociación del Sector como un convenio colectivo marco.
Este tipo de convenio colectivo estatutario mixto, no es usual en el sistema de negociación colectiva española, dominada por convenios de corte tradicional.
Una de las finalidades más importantes del CEM es blindar a los convenios colectivos sectoriales provinciales, dado que la heterogeneidad de las actividades comprensivas del ámbito funcional del Sector hace que esté especialmente expuesto a la fragmentación y a la acción invasiva de antiguos y nuevos sectores económicos que le disputan dicho ámbito funcional.
Las nuevas tecnologías digitales exigen profundos cambios en el mundo del trabajo. La formación permanente del capital humano se convertirá en los próximos años en un aspecto nuclear esencial en el que la negociación colectiva y el diálogo social tendrán un papel determinante.
La formación permanente, la conciliación familiar y laboral, la protección de datos, el derecho a la intimidad, la desconexión digital o los aspectos de sostenibilidad y medio ambiente y la responsabilidad social corporativa y, desde luego, la igualdad entre mujeres y hombres, es algo ineludible, es la materia de nuestro tiempo, el convencimiento social sobre el avance en dichas materias no tiene marcha atrás y tendrá su reflejo, nos guste o no, en la nueva negociación colectiva que se avecina.
La negociación colectiva debe impulsar medidas en aspectos como: la orientación de la formación en las empresas hacia los nuevos requerimientos y capacidades, favoreciendo la adaptación y el reciclaje de los trabajadores; el tiempo de trabajo y el desempeño de la prestación en los nuevos entornos laborales marcados por la digitalización y las innovaciones tecnológicas; favorecer que la conciliación entre vida laboral y personal puedan permitir que las nuevas formas de trabajo se utilicen de manera equilibrada entre hombres y mujeres; reforzar la vigilancia de la salud laboral ante el surgimiento de nuevos riesgos como los derivados de la sobreexposición tecnológica; favorecer que las nuevas formas de gestión del trabajo y de las relaciones laborales que permiten las últimas tecnologías (redes sociales, internet de las cosas, inteligencia artificial), que pueden afectar al ejercicio de derechos fundamentales de los trabajadores, se lleven a cabo de forma negociada, equilibrada y transparente.
Para afrontar algunos de los múltiples desafíos de la denominada Cuarta Revolución Industrial, entre los que se encuentra la formación y cualificación de los trabajadores, el CEM apuesta por la creación de un Observatorio Industrial para analizar los cambios industriales y de la organización del trabajo en el Sector en sus múltiples aspectos.
Este III CEM, que en realidad es el segundo que se publica como tal en el BOE, introduce en su texto numerosas novedades. Así, incorpora a su ámbito funcional el mantenimiento y fabricación de sistemas no tripulados, ya sean estos autónomos o dirigidos (los drones, etc.), la fabricación, instalación y montaje de sistemas de seguridad, etc.