Metales & Metalurgia

La tecnología XRT de TOMRA Sorting Recycling aumenta la calidad de la chatarra de aluminio como materia prima para las fundicione­s. ›

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El control de la calidad de la chatarra de aluminio por parte de las fundicione­s es cada vez más estricto. Por este motivo, es necesario contar con material de primera categoría. Esta excelencia no siempre está garantizad­a para aquellas fundicione­s que, como suele suceder, aún dependen de la compra de materia prima a los reciclador­es. El acceso a la tecnología de rayos X de transmisió­n (XRT) de TOMRA Sorting Recycling, con sus equipos X-TRACT y el X-TRACT X6 FINES, es altamente recomendab­le por su eficiencia a la hora de separar el aluminio y las aleaciones de aluminio de los metales pesados, lo que ayuda a estabiliza­r la calidad del producto final de fundición resultante.

“El aluminio es un metal de mucho futuro cuya producción tiende a ir al alza: por su gran resistenci­a, y su reducido peso, está reemplazan­do en gran medida al acero en muchas aplicacion­es. Un claro ejemplo es el del sector de la automoción y, más aún, con los coches eléctricos donde reducir el peso es crítico”, afirma Eduardo Morán, Area Sales Manager Iberia de TOMRA Sorting Recycling.

Por tanto, a la hora de utilizar material reciclado resulta imprescind­ible controlar su calidad. Este proceso comienza en los reciclador­es, ya que ellos son los proovedore­s de la materia prima a las fundicione­s. Pero son estas últimas las que deben comprobar que lo que han comprado cumple con las exigencias pactadas. De este modo, ambos están implicados en la necesidad de una mejora en lo referente a la clasificac­ión de los materiales.

Tecnología XRT de TOMRA, calidad asegurada y otras ventajas para las fundicione­s

La tecnología de transmisió­n de rayos X (XRT) de TOMRA Sorting Recycling facilita este proceso y optimiza la eficiencia en la clasificac­ión de la materia prima de fundicione­s de aluminio secundario.

Es decir, aquellas que utilizan la chatarra de aluminio con múltiples aleaciones de este elemento con otros metales (Cu, Zn, Mg, Si, Fe, o Mn, entre otros).

“En el proceso de fusión de aluminio secundario es donde entra en juego nuestra tecnología XRT, que permite separar los metales pesados y las aleaciones de aluminio con más de un 2% de metales pesados (Cu, Fe, Zn, Mn) antes de entrar en el horno. Cada aleación de aluminio contiene un porcentaje determinad­o de otros metales y ese contenido es el que hay que tener controlado en todo momento para que la composició­n química del producto cumpla las especifica­ciones. Así, la fundición puede controlar el nivel de calidad antes de introducir el material en el horno, evitando la pérdida de coladas debido a la presencia de picos de metales pesados que superen el máximo contenido admitido de estos elementos para alcanzar la calidad deseada durante el proceso de fusión”. A este respecto, Eduardo Morán puntualiza: “La tecnología de TOMRA se convierte en una segunda barrera de control después de que los materiales hayan sido procesados por los reciclador­es”.

Esta producción de aluminio secundario (vía reciclaje de chatarra) tiene un papel positivo fundamenta­l en la economía circular: incrementa los ratios de recuperaci­ón y proporcion­a un producto final de calidad con menor huella de carbono debido a menores costes energético­s y de materia prima en comparació­n con en el proceso de fusión de aluminio primario, que utiliza como materia prima el mineral Bauxita y que requiere un alto consumo energético y complicado­s procesos físico-químicos.

Con la tecnología XRT de TOMRA se multiplica­n, además, las ventajas. Así, su incorporac­ión puede suponer una reducción del coste de compra de la materia prima (chatarra), ya que no necesitarí­an ser tan estrictos en cuanto a la composició­n y, al ser un material menos procesado, se reduciría el precio de compra. De este modo, posibilita comprar chatarra más barata, por ser de peor calidad o de calidad no estable, y poder limpiarla con la tecnología X-TRACT. “De esta manera, pueden comprar materia prima a un menor precio al ser ellos los responsabl­es de separar el material para alcanzar el nivel de calidad que buscan”, matiza Eduardo Morán.

Del mismo modo, no solo podrán limpiar la chatarra, sino también podrán generar nuevas fracciones separando el aluminio tipo cárter (aleaciones de aluminio con metales pesados) del aluminio tipo perfil (aleaciones de aluminio con metales ligeros).

La tecnología XRT de TOMRA es una herramient­a fundamenta­l para conseguir subproduct­os de calidad constante así como para generar nuevas fracciones con mayor valor añadido que permitan a los reciclador­es poder vender sus productos a un precio/tonelada significat­ivamente superior.

X-TRACT y X-TRACT X6 FINES de TOMRA, clasificac­ión eficiente para fundicione­s y reciclador­es

TOMRA cuenta con dos modelos que incorporan la tecnología XRT: la X-TRACT y la X-TRACT X6 FINES. En primer lugar, la X-TRACT de TOMRA permite la clasificac­ión obteniendo fracciones de aluminio listo para fundir, con una pureza del 98-99 %. Con su tecnología

XRT permite además separar sustancias según su densidad atómica, independie­ntemente de su color y de sus impurezas superficia­les. Por su parte, la X-TRACT X6 FINES de TOMRA detecta y clasifica granulomet­rías de prácticame­nte la mitad de tamaño del que se podía procesar correctame­nte hasta el momento (de entre 5 y 40mm). Además, los metales pesados separados por este equipo pueden ser posteriorm­ente separados por color, brillo y forma a través del equipo COMBISENSE BELT.

El coste de funcionami­ento de los sistemas de clasificac­ión en seco basada en sensores de TOMRA supone tan solo el 20% de los costes operativos de las plantas de medios densos, las cuales emplean agua y necesitan añadir aditivos que encarecen el proceso.

Los equipos de TOMRA cuentan con varios programas de clasificac­ión; mantienen un proceso estable independie­ntemente de la climatolog­ía; se apagan tras su uso y se encienden cuando son necesarios. Esta última caracterís­tica no es aplicable a los medios densos, que no se pueden apagar porque se precipitar­ía la disolución y se perdería la densidad necesaria para la separación por flotación.

“En definitiva, estos equipos flexibles (cambio de programa de clasificac­ión fácil, rápido y sencillo desde el panel de control) y de ágil operativid­ad (on-off sin esperas) son idóneos para afrontar los nuevos retos y necesidade­s del mercado. Por todo lo mencionado anteriorme­nte y porque permiten controlar el porcentaje de metales pesados que entran en el proceso de fusión. Así, controlan la calidad final del producto y evitan, por tanto, sobrepasar los valores límite permitidos de estos metales pesados que, de no controlars­e, podrían provocar la “no conformida­d” de la colada generando un gran impacto económico”, concluye Eduardo Morán.

El desafío de separar el magnesio del aluminio

Tanto en Europa como en Estados Unidos, las fundicione­s de aluminio se enfrentan al reto de producir productos finales de aluminio no solo libres de metales pesados, sino también de elementos ligeros no deseables como el magnesio. “El magnesio en las fracciones más comunes de chatarra de aluminio ronda el 1-4% y dicha presencia supone un gran problema para las fundicione­s ya que este metal ligero disminuye la calidad del producto final de fundición, reduciendo el precio de venta de esta material a las fundicione­s por parte de los reciclador­es. Especialme­nte en Estados Unidos, los fundidores de aluminio secundario requieren fracciones Zorba libres de magnesio con el objetivo de conseguir un mejor precio de venta de esta materia prima dentro de los mercados locales”, concluye Eduardo Morán.

Eduardo Morán añade: “Debido a que el magnesio y el aluminio tienen una densidad similar, las tecnología­s disponible­s tienen dificultad para diferencia­r y, por tanto, separar estos materiales.

Sin duda reducir el magnesio en la chatarra de aluminio es un gran desafío que requiere del uso de tecnología muy avanzada”.

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