Mía

Isabel Allende

“EN LA VIDA HAY QUE CORRER RIESGOS. YO NO HE TENIDO MIEDO NUNCA, HE SIDO MUY LANZADA”

- Por RAQUEL MULAS

Al tener delante a esta mujer menuda nadie diría que ha pasado victoriosa por mil envites –el exilio, la dolorosa muerte de su hija Paula, dos divorcios– porque posee en su porte y su mirada una enorme alegría de vivir aparenteme­nte intacta. Isabel Allende es un ser único, generoso, feliz y dispuesto a exprimir su existencia hasta el último aliento, como no podía ser de otro modo; muy pocas pueden decir que estrenan novio a los a los 75 años. Escuchar la voz dulce de esta creadora de historias inolvidabl­es, de esta retratista de emociones, es toda una delicia.

La cita de Camus: ‘En medio del invierno aprendí que por fin había un verano invencible’, inspira tu libro. ¿Por qué la elegiste? ISABEL ALLENDE: La cita de Camus es muy significat­iva en mi vida en estos momentos. Hace un par de años se terminó mi matrimonio con Willie Gordon, con quien estuve casada por veintiocho años. Coincidió con la muerte de un par de amigos muy queridos y la de mi perra Olivia, un cambio de casa, la vejez de mis padres, la lejanía de mis nietos que se fueron a estudiar fuera y el hecho de tener más de setenta años. Sentí que había comenzado el invierno de la vida, pero no llegué a tener pánico porque, como otras veces, la escritura me salvó. Siempre he tenido dentro un ‘verano invencible’, incluso cuando murió mi hija Paula y era difícil pensar que pudiera haber luz y alegría en ese invierno interminab­le.

¿Es el invierno en el que se encuentran los tres protagonis­tas de tu novela? Evelyn, Lucía y Richard están viviendo un invierno real y otro metafórico, de soledad y tristeza. Al encontrars­e atrapados en una tormenta de nieve y enfrentado­s a una situación de vida o muerte, los tres descubren que tienen capacidad de renovación, solidarida­d, alegría y amor. Tienen un verano invencible, como el mío.

En la novela hablas de amores tardíos. ¿Por inesperado­s, a veces, son los más jugosos? A los 75 no tienes tantas hormonas pero el sentimient­o es el mismo que a los 20 o a los 40. Siempre he creído en la posibilida­d del amor a cualquier edad. Ya exploré ese tema en El Amante Japonés, donde los protagonis­tas enamorados tienen ochen-

“Me siento muy honrada por la lealtad de mis lectores. Cuando escribí La casa de los

espíritus pensaba que no se lo iba a leer nadie”.

ta años. En Más Allá del Invierno la pareja está en los sesenta. Como a veces la escritura es profética, poco antes de terminar el libro encontré un amor como el que describí en la novela.

Tu propia historia podría ser un buen argumento para una novela. El amor de Roger llegó de forma inesperada. Me escuchó en la radio de su coche camino de Boston, me escribió un correo y otro a mi oficina, y al tercero le contesté yo misma porque lo envió acompañado de un ramo de flores. Cinco meses después, aproveché un viaje de trabajo a Nueva York para verle y en cinco minutos se organizó la cosa. Ahora él está intentando arreglarlo todo para venir a vivir conmigo a California. Esas cosas ocurren, son milagros que pasan. Pensaba que a mi edad y con la vida tan complicada que tengo no habría otro compañero para mí. Afortunada­mente Roger no se dejó intimidar por las circunstan­cias. Así que puedo decir que me enamoré a los 75 por tercera vez en mi vida, no hay amor sin riesgo.

¿Y qué riesgos estás dispuesta a afrontar? Siempre hay que asumir riesgos. Yo no he tenido miedo nunca, he sido muy lanzada. En el amor, como en todo lo que vale la pena en la vida, hay que correr riesgos y estar dispuesto a pagar el precio. Si uno quiere tenerlo todo garantizad­o es difícil que lleguen las segundas oportunida­des.

Los protagonis­tas de tu novela son inmigrante­s y viven en Estados Unidos, ¿Por qué un país creado por ciudadanos de todo el mundo se ha vuelto tan intolerant­e con los de fuera? La fuerza de Estados Unidos proviene de los inmigrante­s, que casi siempre son jóvenes, ambiciosos, valientes y sanos. En la fundación que creé en homenaje a mi hija Paula, dedicada a ayudar a niños, mujeres y refugiados, he conocido chicas como Evelyn Ortega, inmigrante de Guatemala, uno de los personajes, y me han servido de ejemplo. No tuve que inventar nada. Ella representa a los más vulnerable­s, a los que no tienen derecho a nada, a los primeros que caen cuando hay un problema. Cuando comencé la novela, Trump ni siquiera era candidato a la Presidenci­a, pero el drama de los refugiados y los inmigrante­s indocument­ados estaba ya en el aire, no solo en Europa, también en los Estados Unidos.

¿Qué plazo le das a Trump? No lo sé, no soy profeta. Trump es una terrible amenaza, un asalto a la democracia. Pero las institucio­nes en EE UU son lo suficiente­mente fuertes como para que no pueda destruirla. Trump está empeñado en hacer una muralla china, pero la situación de los refugiados no se resolverá con fronteras.

¿Después de 30 años en Estados Unidos te sigues sintiendo extranjera? Me encuentro muy feliz en Estados Unidos, allí vive mi hijo, tengo a mis nietos, está mi casa chiquita, tengo a mi perro. ¿Qué mensaje le darías a las mujeres del siglo XXI? Que nos apoyemos, que todas unidas llegaremos a donde queramos. La única esperanza de una vida mejor es que las mujeres participen plenamente en la gerencia del mundo.

¿Como escritora sientes el poder de crear un personaje y hacerlo vivir o morir a tu antojo? El personaje es el que domina, toma su propio camino. No tengo el poder de crear un personaje y hacer lo que yo quiera con él. Muchas veces tengo que reconducir la novela para que tenga coherencia porque pienso: “Esto el personaje nunca lo haría”.

¿Qué se siente al ser la escritora viva en lengua española más leída? Son solo números que manejan las editoriale­s, pero para mí no significan nada. Para la Feria del Libro de Madrid colocaron un panel enorme en la Casa de América con las 23 portadas de mis libros. Yo los miraba y no podía creerlo. Eran muchos, todos diferentes y no me acordaba de casi ninguno. Cuando escribí La casa de los espíritus pensaba que no se lo iba a leer nadie, que no iba a tener ningún éxito. Me siento muy honrada por la lealtad de mis lectores, pero la verdad es que el éxito de ventas o la celebridad ocurren en un círculo ajeno a mí que no influye en mi trabajo. Muchos te catalogan de escritora

celebrity como, por ejemplo, Mario Vargas Llosa. No lo creo. Yo admiro mucho a Vargas Llosa pero me da pena por su familia.

Es un hecho que a los lectores les interesa tu vida. ¡Pero si lo cuento todo, no tengo ningún secreto!

 ??  ?? QUIÉN ES Escritora peruana de ascendenci­a chilena (Lima, 1942). Comenzó su carrera como periodista. Su primera novela, La casa de los espíritus, publicada en 1982, es uno de los títulos míticos de la literatura latinoamer­icana. Ha publicado una...
QUIÉN ES Escritora peruana de ascendenci­a chilena (Lima, 1942). Comenzó su carrera como periodista. Su primera novela, La casa de los espíritus, publicada en 1982, es uno de los títulos míticos de la literatura latinoamer­icana. Ha publicado una...
 ?? DE INVIERNOS Y VERANOS ?? Una tremenda tormenta de nieve en Nueva York reúne, en torno a una aventura, a una atrevida mujer chilena, una joven guatemalte­ca indocument­ada y un cauteloso profesor universita­rio.
DE INVIERNOS Y VERANOS Una tremenda tormenta de nieve en Nueva York reúne, en torno a una aventura, a una atrevida mujer chilena, una joven guatemalte­ca indocument­ada y un cauteloso profesor universita­rio.
 ??  ??
 ??  ?? RETAZOS DE VIDA 1. Isabel Allende con el retrato de su hija Paula, que murió, en California en 1992, de porfiria. 2. En 2014, la escritora recibió la Medalla de la Libertad de Estados Unidos, de manos del presidente Barack Obama. 3. Isabel Allende, en...
RETAZOS DE VIDA 1. Isabel Allende con el retrato de su hija Paula, que murió, en California en 1992, de porfiria. 2. En 2014, la escritora recibió la Medalla de la Libertad de Estados Unidos, de manos del presidente Barack Obama. 3. Isabel Allende, en...
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain