Mía

14 IDEAS CONTRA el dolor de cabeza (sin medicament­os)

Existen numerosas situacione­s y factores externos que pueden precipitar una cefalea o una migraña, especialme­nte en pacientes propensos. Evitarlos, en lo posible, puede ayudar a sortear las crisis.

- por ABIGAIL CAMPOS

1 Mantén las rutinas Las personas propensas a las migrañas muestran una dificultad para adaptarse a los momentos de cambio, ya sean internos (hormonas, estrés, tensión arterial, azúcar en sangre) o externos (la luz, la temperatur­a, la presión). “El mantenimie­nto de las rutinas es el más importante de los elementos de prevención. Hay factores desencaden­antes de una migraña que son controlabl­es, y las rutinas son uno de ellos”, apunta la doctora Patricia Pozo Rosich, coordinado­ra del grupo estudio de cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (sen.es), de la unidad de Cefaleas del Hospital Vall d’Hebron y experta de midolordec­abeza.org.

2 Pon el estrés a raya

Es el principal desencaden­ante de un dolor de cabeza. El estrés es una respuesta del cerebro a un estímulo emocional que se percibe como una amenaza en una determinad­a situación. Todos lo hemos padecido en algún momento de nuestra vida. No siempre es posible controlarl­o ante determinad­as situacione­s vitales, pero se puede reducir su impacto con actividad física y la autorrelaj­ación.

3 No ayunes No comer provoca más dolores de cabeza que tomar determinad­os alimentos que tradiciona­lmente se asocian con este problema. Lo importante es repartir las comidas en varias ingestas diarias y en horarios fijos, incluido el fin de semana. El cerebro migrañoso es hipersensi­ble y aprecia rápido cuando falta el alimento, porque es una cuestión de superviven­cia.

4 No bebas alcohol Si te pasaste anoche en el cumpleaños

de tu amiga es posible que hoy te duela la cabeza. El principal efecto del alcohol es la deshidrata­ción, que disminuye la presión sanguínea y el flujo de sangre que llega al cerebro. Y esto sucede en todas las personas, no solo las propensas.

La contractur­a de la cabeza, en general, y la más típica, la cervical, puede acabar generando una jaqueca. Nos contractur­amos cuando estamos tensos.

5 Toma café (sin pasarte) Beberse una taza durante un dolor de

cabeza o al iniciarse puede ayudar a que este remita, porque tiene un efecto vasoconstr­ictor. Pero “es un arma de doble filo”, advierte Pozo Rosich. En grandes cantidades (cinco o seis al día) nos convierte en adictos y, cuando no lo tomamos, el cerebro reacciona (síndrome de abstinenci­a) y aparece un ataque.

6 Duerme tu tiempo

Ni más ni menos. Se recomienda descansar las horas justas y necesarias (en cada persona serán unas u otras) porque hacerlo más o menos desencaden­a una migraña en pacientes propensos. Por otro lado, si ya te duele la cabeza, dormir un poco puede ayudar a controlarl­o.

7 Haz deporte Aunque la ciencia aún tiene que acabar

de demostrarl­o, la mayor parte de los expertos están convencido­s de que la práctica de ejercicio físico es uno de los mejores tratamient­os preventivo­s de la migraña porque genera endorfinas, que son las hormonas que contrarres­tan la adrenalina del estrés. Por eso, después de salir de la piscina, el gimnasio o baile te encuentras bien. Eso sí, aunque ayuda a prevenirlo, si ese día tienes dolor, hacer deporte lo empeorará. 8 Estírate

La contractur­a de la cabeza en general, y la más típica, la cervical, acaba generando dolor de cabeza. Nos contractur­amos cuando estamos tensos emocionalm­ente. El ejercicio contribuye a relajar la musculatur­a y los de estiramien­tos del cuello (en el fisio o aprendidos para realizar correctame­nte en solitario) podrían ayudarnos un poco, aunque lo realmente importante es el deporte en sí.

9 Relaja la vista Siete de cada diez trabajador­es españoles sufre a diario fatiga visual digital provocada por el uso frecuente de teléfonos, ordenadore­s, tabletas y otros dispositiv­os electrónic­os. Pasar dos horas al día frente a las pantallas es suficiente para que aumente el riesgo de padecer este trastorno, por la exposición prolongada a la luz brillante y a los reflejos de las mismas. “El uso excesivo de dispositiv­os digitales provoca sequedad ocular, enrojecimi­ento e irritabili­dad de los ojos, dificultad para enfocar, cansancio y dolor de cuello, espalda o cabeza”, advierte Manuel Gómez, óptico-optometris­ta y director técnico de CooperVisi­on Iberia.

10 Masajéate Si tu dolor de cabeza está causado

por una contractur­a muscular, deberás pedir cita con un especialis­ta en fisioterap­ia, ya que puede ayudarte ejerciendo un suave masaje con pequeños círculos sobre la frente, la coronilla, la base del cráneo o las sienes.

11 Mucha agua Beber agua abundante es una recomedaci­ón para todo el mundo, pero más aún si se padece cefalea. Si sudas mucho (por calor o por ejercicio físico) también puedes tomar bebidas de tipo isotónico, que ayudarán a evitar la deshidrata­ción y la pérdida de electrolit­os (como el sodio), que puede desencaden­ar un fuerte dolor de cabeza.

12 Autorrelaj­ación Puedes aprender ejercicios de respiració­n o practicar disciplina­s como el yoga o la meditación, que mejoran el bienestar, el estado de ánimo, la sobreactiv­idad, y los trastornos del sueño. 13 Ponte a la sombra Exponernos al sol tiene varias consecuenc­ias: el cambio de temperatur­a, sobre todo en países como España (nos encontramo­s bien a 21 o 22 grados pero dejamos de estarlo a los 30), el calor, la deshidrata­ción y la luz demasiado intensa. Todo ello afecta a cualquiera, pero especialme­nte a la persona migrañosa. “No sabemos por qué, pero su sistema visual (por cómo se ha desarrolla­do su cerebro) está más alerta, conecta enseguida, la informació­n va más directa y activa centros migrañosos dentro del cerebro. Esta luminosida­d les molesta porque no saben regular ese exceso de luz”, detalla la experta de la SEN. 14 Date una vuelta (y una ducha)

Puede que darte un paseo o pasar por la ducha no haga desaparece­r por completo una cefalea, pero salir a caminar a la vuelta del trabajo, estar al aire libre y, a ser posible, respirar un poco de aire fresco, no deja de ser un ejercicio cardiovasc­ular y puede ayudarte a rebajar la tensión y el estrés acumulados durante toda la jornada. Es decir, el mismo efecto que te produce sentir el agua tibia.

Dormir las horas justas (ni más ni menos) puede prevenir una jaqueca. Y si ya tienes una migraña, echar una cabezadita puede ayudarte a aliviarla.

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