¿Tienes miedo a los payasos?
Con el estreno de una nueva versión de la película It, se vuelve a hablar del miedo a los payasos. Si sus caras maquilladas y su ropa chillona te aterrorizan, quizá padezcas coulrofobia. Pero tranquila, es fácil de superar y compatible con tu vida.
Seguro que has ido a un circo o a una fiesta en donde han actuado payasos, o los has visto en televisión. Y, en teoría, deberían haberte hecho reír. Pero no siempre ocurre así. ¿Qué ha ocurrido para que una figura que tendría que provocar risa y entretener acabe causando miedo y terror en muchas personas? ¿Podríamos echarle la culpa a John Wayne Gacyel, un payaso estadounidense que violó y asesinó a 33 jóvenes entre 1972 y 1978, y a It, el libro de Stephen King que se inspiró en él?
QUÉ ES LA COULROFOBIA
Se trata de un miedo incontrolado e irracional a los payasos y a los mimos. Esta fobia suele darse en edades tempranas, como sucede con el miedo a la oscuridad y a los monstruos. Pero también en adultos, ya que un 2 % de los que padecen ese pavor en la niñez lo siguen sufriendo en su etapa adulta. Este terror viene asociado a una alta carga de ansiedad y a ataques de pánico, que acentúan un pavor infundado y constante.
¿CUÁNDO EMPIEZA EL MIEDO?
Esta actuación se convierte en fobia cuando no permite llevar una vida normal; por ejemplo, si una persona es incapaz de presentarse en fiestas o eventos en los que cree que pueda haber payasos. Ahora bien, “no es una fobia común dentro de las que hay en la sociedad”, según la psicóloga Cristina Mae Wood. Algunos investigadores apuntan a la idea de que el maquillaje y los rasgos pronunciados de la cara de los clowns son los que producen esa sensación de pánico, ya que esconden la verdadera identidad de la persona que se oculta bajo el disfraz. Otros señalan a malas experiencias con estos cómicos en la niñez. Pero en general, los psicólogos achacan esta fobia al imaginario creado por series y películas de terror que presentan a los payasos como personajes diabólicos.
LA TÉCNICA PARA SUPERARLA
La más efectiva, según explica Wood, “es la terapia cognitiva conductual, con técnicas basadas en la ciencia, para explicar a la persona afectada cómo tiene que ir cambiando su forma de procesar la información, identificando el pensamiento amenazante, reduciendo la atención que se le presta y sustituyéndolo por un pensamiento más realista y objetivo que le ayudará a enfrentarse al estímulo temido”.