‘Tengo anemia, ¿y ahora qué?’
El hierro es un mineral esencial para el organismo. Su déficit causa una disminución de glóbulos rojos en sangre, que son los responsables de transportar el oxígeno a los tejidos del cuerpo. Para superarla hay que ser estricta en el tratamiento.
Las causas del déficit de hierro (anemia ferropénica) pueden ser varias, pero la más frecuente es la que viene motivada por el déficit de este mineral en la dieta. La creencia popular dice que, una vez que aparece, es difícil de curar, pero lo cierto es que con el tratamiento adecuado, la dosis necesaria y un paciente que cumpla las pautas, la anemia es “temporal y reversible”, asegura la doctora Cecilia Almuiña Tojo, directora de International Medical Institute de Vithas International.
1. Come rico en hierro. Incorpora a tu dieta estos alimentos: morcilla, hígado, riñón, faisán, caballo, almejas, chirlas, berberechos, caracol, mejillón, ostras, anchoas en aceite, yema de huevo, soja seca, garbanzos, lentejas, judías, pimienta negra, menta, piñones o almendras.
2. Bebe zumo de naranja. La vitamina C, presente en frutas cítricas (naranja, mandarina, kiwi, pomelo, fresa), el tomate, el pimiento y el perejil, ayudan a la absorción del hierro y facilita su conservación. Por eso, cuando tomes tu suplemento (ver apartado siguiente), hazlo mejor con un zumo.
3. Toma suplementos. El médico pautará un tratamiento de sulfato ferroso, en una dosis diaria administrada preferentemente en ayunas durante 3-6 meses, pero los resultados se empezarán a ver a los 7-10 días.
4. Los lácteos, aparte. El calcio puede disminuir la absorción del hierro, por lo que se recomienda consumir los lácteos separados de las comidas principales, para favorecer la asimilación del mineral presente en los alimentos.
5. Ve al médico. Tú sola no puedes saber si tienes anemia. Necesitas la supervisión de un médico para que valore la causa y paute un tratamiento. Además del calcio, algunos medicamentos (antiulcerosos y ciertos antibióticos) disminuyen la absorción del hierro.
6. Hazte revisiones. Deberás hacerte una analítica de sangre (hemograma) al mes y otro antes de finalizar el tratamiento, incluyendo la determinación de ferritina, una proteína que almacena el hierro.
DEBILIDAD, CEFALEAS, PALIDEZ, UÑAS QUEBRADIZAS, MAL HUMOR O DOLOR DE LA LENGUA SON ALGUNOS SÍNTOMAS DE ANEMIA.