¿UN BAÑO CALIENTE? Sí, gracias
Por tener poco tiempo y por querer ahorrar agua, lo más habitual es que optemos por la ducha y dejemos la bañera para un momento especial. Sin embargo, sumergirnos en agua a cierta temperatura tiene muchos beneficios para la belleza y la salud de cuerpo y
Se ha escrito mucho sobre la temperatura ideal del agua para la higiene diaria. Los expertos recomiendan que esté tibia, entre los 25 y los 30 grados. A partir de ahí, no significa que sea perjudicial (siempre que no sobrepase los 37 grados). Simplemente debemos acortar la duración a 15 minutos como máximo, para no correr el riesgo de deshidratar la piel. Un exceso de limpieza o de exposición al agua puede deteriorar la dermis en pacientes sanos o agravar enfermedades dermatológicas ya existentes, advierte el doctor Román Barabash Neila, miembro de la Academia Española de Dermatología y Veneorología. Con este punto de partida, enciende una vela aromática, ponte música y disfruta de lo bueno de un baño.
Alivia los resfriados
El vapor de agua tiene la capacidad de aliviar la congestión. Si en esta época en la que comienzan los catarros y las gripes te ha tocado pillar una, date un baño caliente y verás cómo se despejan y alivian las mucosas, y luego puedes respirar un poco mejor.
Mejora la piel
La dermis no solo refleja el estado de salud general, sino que además juega un papel vital en su mantenimiento. “Es el órgano más voluminoso del cuerpo. Con una superficie de 3 a 5 m2, supone el 15 % de nuestro peso corporal. “La piel está recorrida por una fina red, compleja, de terminaciones nerviosas que corresponden a los receptores sensoriales”, explica Germi Vinyals, responsable del equipo técni-