entrevista. Valentín Fuster.
“GUARDO 15 MINUTOS AL DÍA SOLO PARA REFLEXIONAR”
Cada vez que hablamos con Valentín Fuster aprendemos lecciones de vida. Es un auténtico privilegio. Su interés y dedicación a la salud le preceden allá por donde va y le han valido numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1996 o la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio, que recibió el pasado 14 de mayo durante un acto en el Alcázar de Segovia. Ahondamos un poco más en el conocimiento de nuestro corazón con este prestigioso cardiólogo. ¡Para que lata con toda nuestra fuerza y pasión, siempre!
¿Por qué nos olvidamos de cuidar el corazón? ¿Es porque no nos duele? Es decir, el dolor es una señal de alerta de que algo no va bien, y parece que este órgano no se queja o si lo hace no detectamos los síntomas.
VALENTÍN FUSTER: No creo que se pueda decir que nos olvidamos de cuidar nuestro corazón; quizá prestamos poca atención a la promoción de su salud. Y sí, es cierto que las enfermedades cardiovasculares dan síntomas muy tarde y esto es un problema, pero para eso están los factores de riesgo. Conocerlos y controlarlos es la mejor herramienta para que el corazón no nos dé sustos.
Recordemos, pues, esos factores de riesgo. ¿Cuáles son?
Son siete: uno, la edad, que no es modificable, pero el resto sí. Y estos son dos mecánicos: la obesidad y la presión arterial alta; dos químicos: el colesterol elevado y la diabetes; y dos relacionadas directamente con la conducta, si se fuma o no se tiene este mal hábito y si se practica o no ejercicio. Si se conocen estos factores de riesgo y se trata de modificarlos, la concienciación es lógica. Ahora, por ejemplo, que empieza el tiempo veraniego y tenemos más tiempo, podemos aprovechar para tomarnos en serio nuestro corazón, comenzando con hábitos saludables para mantenerlos todo el año.
¿Un médico especializado en cardiología cómo cuida su corazón?
Además de cuidar mi alimentación y mantener a raya los factores de riesgo -por supuesto no fumo-, practico ejercicio varias veces por semana. Es algo para lo que siempre saco tiempo por muy ocupado que esté.
“He dicho ‘no’ a todo lo que no encajaba con mi filosofía de vida, por mucho dinero o poder que me prometieran”.
En la salud de este órgano influye mucho el estrés y las emociones. ¿Cree que tener un motivo para vivir no solo es algo muy importante sino una forma de cuidarnos y centrarnos?
Creo que es importante reducir el estrés y la ansiedad y, por eso, recomiendo la reflexión. Personalmente, guardo 15 minutos al día como un tiempo especialmente asignado solo a reflexionar, algo que me ayuda a mantener el estrés a raya.
Y cuando a pesar de todo termina sucumbiendo al estrés, ¿qué hace?
Trato de aplicar todas las herramientas para dejar de estar estresado, que es muy distinto a no estar ocupado. Por supuesto, intento relajarme con la práctica de ejercicio o concentrarme en la relajación.
¿Hay algo en su vida a lo que haya dicho que no?
He dicho ‘no’ a todas aquellas propuestas que no encajaban con mi filosofía de vida, por mucho dinero o poder que me prometieran.
¿Supongo que también hay muchas cosas a las que habrá dicho que sí?
He dicho ‘sí’ a todas las oportunidades que se me han presentado en la vida (y que he buscado) y que me resultan coherentes y provechosas. En este sentido, quiero destacar especialmente los beneficios del altruismo, una actitud que, al contrario de lo que puede parecer, es positiva tanto para el que se pretende ayudar como para uno mismo.
Las mujeres ahora somos más vulnerables al infarto que antes. ¿Qué ha cambiado?
En general, están aumentando los factores de riesgo por el estilo de vida que llevamos, tanto mujeres como hombres. Cada vez somos más sedentarios y se impone una dieta peor, que es lo que se está intentando cambiar con iniciativas de promoción de la salud como las que organizamos en la Fundación Pro CNIC, el propio CNIC y el Hospital Mount Sinai, así como muchas otras entidades involucradas en el cuidado de la salud.
¿Es cierto que el infarto tiene peor pronóstico en nosotras debido a la pérdida de estrógenos por la edad?
No se puede decir que tenga peor pronóstico, lo que ocurre es que tradicionalmente las mujeres han tardado más en reconocer los síntomas y, ante un diagnóstico tardío, el pronóstico es peor. Los estrógenos ejercen un papel protector que se acaba con la menopausia, por lo que la enfermedad cardiovascular llega a las mujeres algo más tarde que a los hombres.
¿Qué sería lo primero que deberíamos hacer nosotras para prevenirlo?
Dejar de fumar es lo que debe ser más inmediato, después, hacer deporte y cuidar la alimentación. Una buena herramienta para saber en qué debemos cambiar es el test de evaluación que está al inicio de la app ‘El círculo de la salud’, que ha desarrollado la Fundación Pro CNIC. Contestando a un breve cuestionario, te dice aproximadamente qué pasos debes tomar.
Vamos al dentista, al ginecólogo, al reumatólogo, pero no al cardiólogo, salvo que no haya más remedio. ¿A partir de qué edad deberíamos acudir a consulta?
Realmente, no creo que sean necesarias las visitas rutinarias al cardiólogo si no se experimentan factores de riesgo, que están muy establecidos. Si se tiene bien el colesterol y el azúcar, no se padece obesidad ni hipertensión y no se fuma, además de hacer ejercicio, no hay que acudir a revisiones al cardiólogo. Lo lógico sería ir a este especialista cuando nos derive el médico de atención primaria y, además, si se tienen factores de riesgo o existen síndromes asociados al riesgo genético de padecer patología cardiovascular. Es el caso de las mujeres que padecen hipercolesterolemia familiar o diabetes tipo 1, pero lo normal es que las derive su médico.
En las patologías de corazón, ¿en qué medida influye la genética? ¿O pesan más las costumbres?
Sin duda, los hábitos de vida son más importantes que la genética, que es modificante pero no causante.