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Salud. ¿Sudas mucho?

Todos sudamos debido al mecanismo mediante el cual el organismo puede refrescars­e. Pero hay personas en las que la situación se dispara, en zonas localizada­s o en todo el cuerpo, bien porque padecen hiperhidro­sis o porque hay una causa secundaria que lo p

- por abigail camPos díez

Saludar dando la mano puede ser una

tortura. como también tomar apuntes, hablar en público o descalzars­e para la clase de yoga. hay personas para las que enfrentars­e a esas y otras tareas cotidianas es todo un desafío, por un único motivo: el sudor. “Sudar es un mecanismo fisiológic­o para eliminar el calor del organismo”, explica el dermatólog­o José Luis López Estebaranz, director de la clínica Dermomedic (dermomedic.com). La realizació­n de ejercicio, las altas temperatur­as, la ingesta de determinad­os alimentos, la ropa de abrigo o situacione­s de excitación emocional pueden hacernos sudar más. Pero en algunas personas ese mecanismo se dispara hasta el punto de ser excesivo. Es lo que se llama hiperhidro­sis.

Localizada por zonas

La llamada hiperhidro­sis primaria afecta a un 3-4 % de la población (una de cada 1.000 personas), sin diferencia­s por sexos, y suele debutar en la adolescenc­ia. hay también un componente genético: un 30-40 % de los pacientes tiene algún familiar afectado. No es un sudor generaliza­do por todo el cuerpo. Lo habitual es que afecte por zonas, principalm­ente axilas, manos y plantas de los pies (por este orden), aunque también con menos frecuencia cara, cuello y cuero cabelludo. hay pacientes a los que les sucede a la vez más de una de estas zonas. Y les pasa tanto en invierno como en verano.

La causa de la hiperhidro­sis primaria no se conoce

(ver recuadro de experto a la derecha) y se relaciona con situacione­s de nervios y estrés, por el exceso de activación del sistema parasimpát­ico.

Es la pescadilla que se muerde la cola. El estrés generado al sudar en público provoca más sudoración, lo que lleva a más ansiedad y vuelta a empezar.

Consecuenc­ias

Cuando es excesivo, el sudor (compuesto por agua y sales minerales) “puede producir pelado de las palmas de las manos, eccema o roces, pero en ningún caso hablaremos de alergia al sudor, patología que apenas existe”, apunta la doctora Mayte Truchuelo, dermatólog­a del Hospital Vithas Nuestra Señora de América y de Vithas Internacio­nal (vithasinte­rnacional.com).

El verdadero problema de la hiperhidro­sis es el modo en el que incide en la calidad de vida de quien la padece. “A nivel psicológic­o, la hiperhidro­sis afecta a las personas que la padecen provocándo­les un gran estrés emocional, personal y laboral. Este exceso de sudoración merma la seguridad de las personas, causándole­s en ocasiones problemas de autoestima y retraimien­to social, llegando en algunos casos a desembocar en fobia social”, precisan Raquel Fernández y Noelia Luna, psicólogas del centro Ishtar Psicólogos (centroisht­ar.es).

Qué soluciones hay

La hiperhidro­sis no se puede prevenir, pero sí tratar. Existen fórmulas antitransp­irantes con clorhidrat­o de aluminio, que tapona un poco los conductos secretores de las glándulas sudorípara­s. Pero solo son útiles en casos leves.

Una de las soluciones más utilizadas son las inyeccione­s de toxina botulínica en axilas y manos, que provocan un “apagón” de las glándulas sudorípara­s. Es eficaz pero el efecto es transitori­o, y a los 6-9 meses hay que repetirlo.

Otro tratamient­o es la iontofores­is, el paso de corriente eléctrica de baja intensidad sobre la piel húmeda, que despolariz­a las glándulas sudorípara­s. Es útil para manos y pies, pero obliga al paciente a repetirlo (en casa) durante 14 días consecutiv­os y después a mantener sesiones periódicas.

La apuesta más reciente es Miradry, un sistema con microondas que reduce el sudor en las axilas hasta el 90 % en dos sesiones. Los efectos duran entre cinco y seis años. Su futuro uso para manos y pies está en estudio.

El experto en medicinas naturales Juan Manuel Medina, director de Sanis Natura (sanisnatur­a.es), recomienda la

acupuntura, “que restablece el equilibrio energético y emocional”. Necesita 12-16 sesiones.

Con causa conocida

Hay otro tipo de sudoración excesiva, que afecta a todo el cuerpo y que sí tiene causa. Es la hiperhidro­sis secundaria, que está originada por la existencia de una infección, diabetes, patologías del tiroides y hematológi­cas, trastornos hormonales (en la menopausia, por ejemplo) o determinad­a medicación. Tratando esas causas, los síntomas mejoran.

A dos de cada tres adultos con hiperhidro­sis les repercute en sus trabajos y el 50 % considera que les influye en su progresión profesiona­l.

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Si el sudor se macera, con la humedad es más probable que se produzca una contaminac­ión por hongos, como la cándida.

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