nutrición. 10 falsos mitos a desterrar.
La desinformación y los bulos nos invitan a comer mal. Ha llegado el momento de descartar ideas preconcebidas y establecer una relación positiva con la comida.
El mundo de la nutrición está lleno de tópicos, malas interpretaciones y hábitos dietéticos que viven del boca oreja. ¿La consecuencia? “Impiden que nos alimentemos de forma independiente y saludable porque vivimos en un contexto contaminado que pone el foco sobre lo que no es relevante: cantidad y no calidad de las elecciones, porción de nutrientes y falsos argumentos”, explica Aitor Sánchez, dietista-nutricionista, tecnólogo alimentario y autor del libro, Mi dieta ya no cojea. Con él desmontamos errores y falacias que están en el ideario de todos.
Mito 1: el desayuno es la coMida Más iMportante
No es imprescindible y tampoco debe ajustarse a un patrón horario. “Es decir, explica el experto, podrías hacer uno ligero y, luego, tomar un buen tentempié a media mañana o ingerir algo al llegar al trabajo o simplemente saltártelo. ¿Y su composición? En nuestro país desayunamos mal. ¿Quién no piensa que un café con leche desnatada endulzado con miel más zumo de naranja y tostadas con jamón de York es un breakfast modélico? Pues no lo es, según explica Sánchez. “Es rico en azúcares, aporta hidratos que provienen de harinas refinadas, se toma carne procesada y da crédito a eso de que los lácteos desnatados son mejores que los enteros”. Entonces, ¿qué alimentos son más recomendables para desa-
Carne roja y proCesada no tienen el mismo perfil nutricional ni entrañan los mismos riesgos para la salud.
yunar? No hay una combinación ideal y podríamos degustar lo que nos apetezca siempre que sea saludable. “Un bol con yogur, fruta y frutos secos, pero también hortalizas y pescado (un moje de atún, huevo duro, tomate y cebolla) o las sobras de la cena (judías con jamón)”.
Mito 2: hay qUe hacer 5 coMidas
Hay que centrarse en qué comemos y no en cuántas veces lo hacemos.
La idea de repartir las ingestas durante el día se basa en el supuesto fisiológico de que evita subidas de glucosa. Sin embargo, esta pauta se malinterpreta y es la excusa perfecta para picar alimentos superfluos o insanos. “El 80 % de la población va a tomar una mala decisión y atracará las maquinas de vending, mientras que tan solo 20 % va a tomar fruta”.
Mito 3: coMe a la MisMa hora
No tiene sentido y no es una prioridad. “El timming se tiene que adaptar a las necesidades del día y a la actividad física. Además, no es determinante, da igual que desayunes todos los días a la nueve, si no lo haces de forma sana”.
Mito 4: hay qUe contar calorías
“Este enfoque distrae más de lo que
aporta y puede llevarnos a equiparar alimentos que no son igual de saludables”. Por ejemplo, un plátano y cinco galletas tienen las mismas 150 calorías, pero solo en el caso de la fruta ingerimos nutrientes de calidad. Además, pensar que todo se reduce a un recuento calórico hace que caigamos en una dieta restrictiva y en las redes de los productos
light. “Unos auténticos distorsionadores de la saciedad”. ¿La opción? “Identificar aquellos alimentos que funcionan como factores de riesgo a la hora de contraer enfermedades (bollería industrial, refrescos azucarados) y centrarnos en los que nos protegen (fruta y verdura)”.
Mito 5: evita hidratos porqUe engordan
Puedes tomarlos de noche y de día. Eso sí, explica el experto, escoge aquellos que provienen de productos elaborados a partir del grano entero del cereal. En cuanto al momento, para Sánchez, no es tan importante, pero habría que considerar la situación de partida. “Si los tomamos en la cena y somos sedentarios, no tenemos que reponer mucho de nuestro glucógeno. ¿Y qué pasa con el pan? “Es un alimento muy sobrevalorado, hay mejores fuentes de hidratos (legumbres, frutas, verduras, patata, yuca, calabaza), pero si decides tomarlo elige uno integral y de masa madre”.
Mito 6: Un capricho de vez en cUando no pesa
Es cierto que no va a arruinar la dieta, pero ni es obligatorio ni bueno. “El abuso de dulces puede ser motivo de aparición de enfermedades metabólicas”. Y por otro lado, ¿de verdad la gente tiene claro que ese de vez en cuando es una excepción? “Resulta complicado identificar cuánto es comer galletas en exceso o pasarse con el embutido, porque dentro de algo tan inespecífico como la moderación hay muchas lecturas”.
Mito 7: hay qUe beber agUa en ayUnas
No es necesario ni tiene propiedades detox. “Ni depura ni drena ni adelgaza, solo hidrata. Puedes tomar primero un yogur y luego dos vasos de agua y nada va a cambiar. No es una poción de efectos mágicos”.
Mito 8: la carne es Un aliMento básico
“No hay ningún alimento o grupo de alimentos que sea imprescindible”. Además, en el caso de la carne habría que matizar. El consumo de roja (ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra) entraña mayores riesgos para la salud. “La mioglobina que contiene puede dañar las células intestinales y las nitrosaminas que se forman en el cocinado a altas temperaturas son cancerígenas”. ¿Y la procesada (transformada por salazón, curado, fermentación o ahumado)? “Un consumo frecuente da papeletas para padecer cáncer, pero el riesgo no es equiparable al que produce el alcohol o el tabaco”.
Mito 9: hay qUe coMer de todo
No solo es falso, sino que es contraproducente.
“No deja espacio para lo sano“. De hecho, hay guías de nutrición como el Plato de Harvard o la pirámide alimentaria australiana que han eliminado los alimentos malsanos de sus recomendaciones, aclara el experto.
Mito 10: la grasa es el eneMigo a batir
Es un elemento más de la dieta muy necesario, incluso a la hora de adelgazar.
“Las grasas buenas junto con otros nutrientes, como la proteína o la fibra producen saciedad; es decir, la sensación de sentirse lleno o pleno”.