Conclusión
EXQUISITA
La mecánica tiene sus bondades y defectos que se amplían o mitigan, respectivamente, con el chasis. El bastidor de aluminio de séptima generación, transmite solidez y rotundidad en su comportamiento. ¡Qué fácil parece ir rápido! sin rodar con mucha tensión, sin perder la trazada y consiguiendo llevar un ritmo altísimo. Te hace bueno este bastidor aunque no lo quieras, en cualquier terreno, pero sobre todo en caminos y sendas. Traza con una efectividad de locos y facilita las situaciones más difíciles. Convierte a la 400 en una moto de carreras, rapidísima en cronos y tramos, más efectiva cuanta más alta sea la velocidad y el ritmo. Pero es que no solo en rectas va de cine, pues en curvas también se muestra rotunda y capaz. Entra fácil en la curva, mantiene fácil la trazada y deja salir con la mirada puesta hacia dónde vamos a continuación. Cierto que es robusta y que pide más físico que un bastidor de acero pero se compensa con que deja ir más deprisa y, además, con menor desgaste mental. Porque es una buena «encajadora» de golpes y errores que permite corregir al piloto sin descomponerse. Incluso en terreno roto donde nos hemos tirado con ella a muerte, dejándola correr en las bajadas, muy suelta, con manejo rápido a base de pies y rodillas. En senda, vereda, camino, pista… es una máquina de devorar kilómetros a una media altísima, como muy pocas rivales pueden seguir.
En trialeras se comporta con bondad pero algo menos efectiva que en caminos, sobre todo si bajamos el ritmo, pues le cuesta dibujar algo más los pasos sin cansarnos pero marca la trazada con firmeza, con poco margen al error y a salirnos del paso adecuado. No es ligera (114 kg., vacía) pero dinámicamente se comporta bien, notando sus kilos solo en pasos lentos.
Los pilotos de cross dicen que las CRF quedan algo blandas y, eso, para el enduro es una virtud. La suspensión Showa responde con una capacidad intermedia entre lo muy sólido y lo muy blando, tirando más a lo primero, pero facilitando las cosas mucho más de lo esperado. La horquilla (3 rebote/ 10 compresión) tiene firmeza con tacto, es sólida, sin duda, pero la piedra la absorbe y no la escupe. Es decir, podemos ir rapidísimos que no se descoloca el tren delantero. Y os aseguramos que ha sido una de las grandes sorpresas de esta moto, pues aunque no es absolutamente confortable -hay rivales más cómodas- es muy efectiva, complemento ideal para ir deprisa, muy deprisa, con esta CRF 400. Y el amortiguador (10 reb./1 comp.) complementa al eje delantero para esta idea. Una puesta a punto específica para enduro, de cara a ganar más suavidad, le viene de lujo, hará la moto más efectiva y permitirá un abanico de reglajes más amplio porque de serie poco margen hay para enduro. MV SAYALA. Fotos: DIEGO ROJO. Colabora: HONDA IMPALA (www.impala.es). Tel. 93 240 60 30 Moto especial no sólo por el motor de 413 cc. También por salirnos de lo habitual con su mix de moto de cross/enduro. Su parte ciclo asegura donde tiene que nacer una buena respuesta trenzada con el propulsor. Apuesta singular con los pros y contras propios de una genética de cross. VALORACIÓN Motor Cambio Embrague Arranque Susp. delantera Susp. trasera Freno delantero Freno trasero Estabilidad Manejabilidad Posición de conducción Acabados Accesibilidad mecánica La 400 nos deja con muy buen sabor de boca, sensacional, la verdad, más aún cuando conocemos su precio, de promoción, 8.990 euros que nos quita el posible susto inicial -ese que todos teméis- en cuanto a que las Honda de enduro son de las más caras del mercado.