CONEXIÓN GROBCN
Dos concesionarios Honda, Towca en Granada e Impala en Barcelona, han organizado la primera edición del tour trail para conectar ambas ciudades. Cuatro jornadas, 1.500 km., aventura y una forma de conectar también con sus clientes para descubrirles su potencial desconocido y el de sus motos.
Experiencias y vivencias, cargadas de aventura y épica. Es lo que cada vez demanda más el usuario de la moto, abierto a sentir y disfrutar propuestas que le despierten el instinto de exprimir la conducción en formato participativo y, además, colectivo. A ello se une el mensaje que buscan muchos de crear vínculo y fidelización con la marca, que la pueden sentir como propia en el presente o asentar esa pasión en el futuro. La pasión, parte fundamental en la moto, definitiva para llevar adelante muchas ideas y proyectos, ha movido a dos excelente empresarios, gerentes de concesionarios Honda, a lanzar una propuesta de actividad. Estrechar lazos entre sus sedes, la de Towca en Granada (con el queridísimo José Luis Maciá «Piliky» a los mandos) con la de Impala en Barcelona (el hombre moto por excelencia, Xavi Arenas, al frente). Haciéndolo con una ruta trail para sus clientes a cubrir con los modelos que consideren oportunos, incluidas las enduro, aunque lógicamente la estrella actual de la marca en su gama trail, la CRF Africa Twin 1000 L/Adventure Sports debería ser la gran protagonista.
PROSPECTO
Antes de tomar un medicamento hay que leerse bien el prospecto que explica los detalles curativos, la dosis a tomar y los efectos secundarios. Eso mismo había que hacer con la propuesta de Towca-Impala, en la que pronto se descubre el poder estimulante de la misma. Cuatro etapas para surcar Granada, Ciudad Real, Soria, Huesca, y llegar a Barcelona. Surcando por pistas, caminos y cañadas mayoritariamente, con el recorrido de cada etapa a seguir por GPS con track. Con recorridos diarios en torno a los 350 km. de media, para superar los 1400 km totales. Con 70% de trazado sobre tierra predominando así claramente la orientación off road de la ruta sobre el asfalto. Motivo por el que resultaba recomendable montar neumáticos con taco. La buena consideración de la organización hacia los participantes incluían una furgoneta de asistencia con recambio/herramienta y remolque de rescate en la que, además, viajaban las bolsas/maletas de equipaje en cada jornada. Porque una de las normas obligatorias a cubrir contemplaba el no cargar ni maletas ni equipaje en la motocicleta, solo una bolsa de herramientas, cámaras reforzadas y desmontables.
A mitad de ruta, cada día, punto de avituallamiento para reponer energía con nutrientes sólidos y líquidos, controlando además el paso de los participantes. Control que además se tenía por sistema de posicionamiento vía móvil con un vehículo 4X4 que cubría labores de seguridad y rescate. Además de una moto escoba cerrando la ruta.
Lo bueno del planteamiento de esta ruta es que adopta la tipología de no tener carácter competitivo y permite que cada uno adapte su ritmo al gusto, así como la forma de cubrir los kilómetros. Que si apetece parar a sacar una foto, pues se para. Eso sí, siempre con la recomendación de la organización de rodar en parejas como mínimo y grupos de cuatro, máximo.
Eso entre los 25 pioneros de esta primera edición de una ruta que pretende convertirse en una clásica cita anual, alternando cada año el sentido del recorrido.
Reconozco que la invitación de Honda para formar parte de la lista de participantes me causó especial motivación. Cada vez soy más fan de las rutas trail por campo por esa mezcla en los caminos trazados de horas de moto, kilómetros recorridos, velocidad, orientación, contraste de paisajes…
Quizás sea cuestión de la madurez que aporta la edad en la que cambian la forma de vivir los valores y las aficiones que tenemos, sin renunciar a ellos, pero plasmándolos de otra manera.
La sensacional propuesta de esta ruta planteaba una oportunidad para descubrir terrenos desconocidos y, a su vez, descubrir en prueba de largo recorrido las capacidades y aptitudes de la Africa Twin Adventure Sports. Unidad de serie salvo por los neumáticos Dunlop RR que llevaba instalados así como por la incorporación del GPS necesario para seguir la ruta y unos cubremanetas Blockbuster.
Conocimiento e implicación. Dos valores que tanto Piliky como Xavi Arenas han sabido plasmar en esta ruta pues no solo han creado la idea, también han formado parte de ella. No hay mejor manera de avalar un proyecto que siendo parte de él y viviéndolo en primera persona, lo cual añade un extra de valor a lo que se propone. Una dosis mayor de credibilidad que solo dos grandes como ellos pueden vivir logrando así convencer a los clientes. Además de poder sacar ellos mismos sus conclusiones en cuanto a lo montado para, dentro de su espíritu perfeccionista, buscar mejoras futuras. Además de marcar un mayor vínculo con sus clientes y de encontrar ellos a unos gerentes que están implicados plenamente y que son «uno de los nuestros».
SEDUCCIÓN
La atracción de la ruta ha sido absoluta tanto por el recorrido marcado como por el esquema escogido para cada jornada. En un momento en el que la crítica es la única expresión que parece salir de forma natural, el halago y el aplauso a lo bien hecho debe encontrar momento y espacio. Por ello hay que aplaudir a los creadores de la ruta. Montando por los, a mi entender, mejores escenarios de pistas que se pueden encontrar en España para hacer kilómetros en línea, sobre todo Castilla-La Mancha y Aragón.
La primera etapa (Granada-Alcázar de San Juan) marcaba una ruta larga con escenarios desde olivares hasta serranía pasando por esas pistas manchegas de rápido tránsito. Una buena manera de comenzar con suelos diversos en cuanto al tipo de terreno, desde al arcilloso hasta el más compactado. Si bien los olivares con barro pegajoso dejaron momentos de épica para superarlos, obligando a tirar de riñones para seguir adelante, además de tener que quitar el guardabarros delantero al quedarse bloqueada la rueda por acumulación de barro. Algo de lo que se libraron los mejores adaptados al medio con guardabarros alto en sus Africa Twin.
Para el segundo día, entre Alcázar (Ciudad Real) y Almazán (Soria), la pista inicial con suelo de barro arcilloso en algunos puntos permitía sentir La Mancha en estado puro para transitar por Guadalajara y encontrar una arcilla, empapada por la lluvia caída antes de nuestro paso, de complicada situación a rebasar. Zonas con pasos por localidades de carga histórica como Sigüenza, para luego tener momentos junto a la vía del tren, o espacio de monte más cerrado. Pistas de velocidad media-alta en las que siempre aparecían sustos con algunas lenguas de barro.
El día tres comenzaba bajo la niebla en Almazán, como cada día saliendo a las 8 de la mañana, con esas pistas en las que la hierba, mojada por el rocío matinal, obliga a tener tacto para no perder el apoyo delante. Eso y el no caer en trampas de barro de arcilla que aparecen en el trazado. Las pistas se van abriendo para llegar hasta el espacio de Aragón y su famoso terreno de La Muela donde tantas veces ha competido la Baja España. Pasando por Zaragoza rumbo hacia Los Monegros, terreno entre los terrenos de referencia para disfrutar de cualquier ruta que se precie en formato raid/trail. Velocidad y buen ritmo, el que se mantiene antes de tomar una parte de trazado trialero, más lento, de segunda y primera, revirado y complicado por los pasos de barro. Así hasta llegar a Fraga por zonas donde, a veces, asustan las velocidades punta que se ven en el velocímetro.
La cuarta jornada dejaba Aragón hasta entrar en Cataluña, con la niebla matinal habitual de Lérida, ruta de pista más estrecha, de menos espacio. de velocidad punta y con más cruces así como cambios de ritmo. Ya no fluyen los kilómetros igual y hay que pilotar con más atención. Terreno de camino de montaña, más de enduro y de menos velocidad, con algunos pasos de cierta exigencia de técnica para evitar el susto de turno. Con final en las instalaciones de Honda España en Santa Perpetua de Mogoda. Colofón a cuatro jornadas de aventura cargada de contrastes, de matices, de riqueza de terrenos y territorios off road, cada uno con su personalidad y su sello distintivo.
auténtica evasión, cura de stress laboral, en la que la mente y el cuerpo dedican toda su actividad de forma exclusiva a ello, sin prisas, sin atender al móvil, y con el paso de las muchas horas sobre la moto como si fuesen pocas.
Rodando siempre con el lema activo de no lo intentes, hazlo bien o no lo hagas. MV