TEST CROSS
KTM 250 SX 8.195 €
KTM 250 SX. Una cross de pura raza.
Subirse a la montura protagonista de estas páginas es como realizar una especie de viaje al pasado, para aterrizar en esa época en la que las motos de cross ponían a prueba constante la habilidad, la resistencia y la valentía de los pilotos. Eso sí, si lo conseguían, les premiaban con una sensación de deleite indescriptible. Rodar con la SX 250 es lo más parecido a un baile salvaje.
Linyección, la electrónica los motores de 4T han aportado un nivel de eficacia máxima a las cross de hoy en día. Fijaos que, en no pocas ocasiones, de bastantes motos actuales se llega a decir que son demasiado progresivas, que tienen un golpe de gas «soso» o que en altos cortan demasiado pronto. Y eso, hablando incluso de poderosas 450 que actualmente rozan los 60 caballos, pero la evolución ha conseguido disfrazarlas de «dulces» gatitos -en algunos casos-.
Pero a nuestros días también han llegado vivitas algunas pocas motos de cross de las antes; las auténticas, las de dos tiempos, con sus indomables cilindros de agujeros, sus estrechas bandas de potencia y sus imprecisos carburadores. Monturas como la KTM 250 SX que, a priori, está bastante lejos en prestaciones de las 450 4T. Pero ya os avanzamos que su comportamiento tiene poco de gatito casero, y más de tigre salvaje…
A VUELTAS CON LA BUFANDA
En realidad, la austriaca hay que considerarla como algo más que «una de esas motos de antes», puesto que es con diferencia la 250 2T más moderna de la actualidad, con una evolución constante que se materializó en 2017 en un motor completamente nuevo. Dos años más tarde, la austriaca vuelve a presentar una considerable remodelación, compartiendo todas las actualizaciones ciclo de la gama KTM 2019, que afectan principalmente a la rigidez del chasis, la carrocería, el basculante más largo, las tijas y las suspensiones. Pero también ha recibido reajustes individuales en la mecánica, con un nuevo cilindro con conductos de escape mecanizados, diferente ajuste de la válvula de escape, nuevos settings de carburación y caja de cambios fabricada por Pankl.
También luce una nueva bufanda de escape, de cuyo interesante desarrollo nos hablaron los ingenieros de KTM en su momento. En primer lugar, llegaron a la necesidad de cambiar las formas de la bufanda gracias a la experiencia en competición, al encontrarse que las roderas marcadas por las 4T eran demasiado estrechas para las bufandas de las 2T, que rozaban y frenaban la velocidad de la moto. Así surgió el objetivo de reducir el tamaño del escape, con el reto añadido de mantener las prestaciones. En la primera fase de desarrollo se recurrieron a modernos programas de simulación de gases, así como el empleo de la impresión 3D para la fabricación de las primeras bufandas prototipo. Una vez encontrado el diseño que se buscaba, se pasó a la fase de fabricar el mismo prototipo pero bajo los métodos tradicionales -a mano-, para verificar a continuación la precisión del acabado y la resistencia de la pieza. Finalmente, se realizaron más ensayos con la misma pieza pero confeccionada ya con los métodos de producción en serie, sometiéndola de nuevo a pruebas de longevidad, potencia y respuesta. Así es como se llegó al escape actual de la SX 250, que indudablemente presenta un tamaño muy reducido. Los más puristas dirán que algunos pliegues y formas no son tan estéticos como las tradicionales bufandas 2T, y no les quitaremos la razón. Como tampoco se la negaremos al Banco de Potencia cuando nos revela que, en efecto, se ha conseguido mantener el nivel de prestaciones de antes, con unos valores máximos y formas de la gráfica prácticamente calcados al modelo anterior.DOMA
La SX 250 2019 ofrece un comportamiento bastante diferente a la versión anterior, y prácticamente en todos los apartados. El puesto de mandos mantiene la posición del manillar -adelantado- y las estriberas, pero presenta un asiento de mullido más firme y una carrocería claramente más estrecha. La austriaca es una montura realmente cómoda, tansmitiendo desde el primer momento mucha ligereza y sensación de confianza, que sin duda nos hará falta para conseguir domarla… El pedal de arranque posee unas formas muy acertadas, necesarias para vencer la notable compresión del motor, y deleitarnos a continuación con el inconfundible sonido 2T y también por el bajo nivel de vibraciones.
El nuevo chasis supone un claro paso adelante para la KTM «dos y medio», puesto que la aumentada rigidez en el tren delantero consigue un trato más seguro y preciso cuando los caballos se desbocan. La rueda delantera sigue con precisión la línea recta, incluso en zonas bacheadas, en largas roderas o en superficies deslizantes. Un extra de aplomo y calma, que sienta genial a la imperiosa SX 250, pero que no le resta ni un ápice de su brillantez en curva, donde se desenvuelve como pocas motos de la actualidad. Os aseguramos que no hay otra cross con más de 45 caballos que se domine en las curvas como esta 250 2T, ni si quiera su hermana de 350 4T, gracias a una ligereza siempre presente y una facilidad para cambiar de dirección pasmosa. Eso sí, después de acostumbrarnos a la ausencia de freno motor, que en la primeras vueltas nos lleva irremediablemente a alargar de más las frenadas, obligándonos a recordar al «abc» del pilotaje en cross, ese que olvidamos por el «atontamiento» que producen las motos de válvulas.
Los frenos tienen desde luego todos los recursos necesarios para recuperar el hábito, con un potencial más que sobrado. Las suspensiones aportan también bastantes alegrías, pero no tantas… Los ajustes originales nos parecen algo descompensados, con una horquilla firme de más, en contraste con un amortiguador blando, lo que deja el chasis algo hundido de atrás y también un poco nervioso. Nosotros optamos por cerrar hidráulicos del amortiguador en sus tres vías -más en compresión que en rebote- y acortando el «sag» a 102 mm. Pero también encontramos mejora reduciendo la presión de la horquilla a 9,9 bares -0,2 menos que de serie-. Así conseguimos un reparto de pesos más natural -menos hundida detrás-, con gran respuesta en la horquilla, de acertado equilibrio entre confort y eficacia, aunque que detrás seguimos añorando un poco más de control del movimiento.
La planta motriz también muestra un talante más pulido que antes, empezando por una carburación claramente más afinada, que consigue un tacto de acelerador más directo desde los primeros milímetros, sin el ahogo inicial del modelo anterior. La SX 250 ’19 empuja con fuerza desde parado, con una entrega muy lineal en bajos y también en medios, de transición inmediata y poderosa. En altos, no se muestra tan exuberante como antes y también parece que estira menos, aunque se alivia la sensación por una gran capacidad de sobrerrégimen y un corte de encendido intermitente casi al estilo de las 4T. Se ha variado el comportamiento del motor pero, curiosamente, se mantiene un carácter salvaje, no tan fácil de domar para usuarios de nivel medio o bajo. Antes, tras el ahogo inicial llegaba una fuerte patada, mientras que ahora la conexión es tan inmediata, y la tracción tan buena, que pide tacto con el puño para no acabar con la rueda delantera mirando al cielo o la trasera en nuestra oreja. Incluso optando por el mapa de motor suave -conector bajo depósito- y un ajuste de la válvula de escape más cerrado, la KTM presenta un temperamento muy vivo y dominante, para cuya doma, al menos, contamos con la excelente respuesta del cambio y el embrague. Sin duda, la SX posee un potencial fabuloso para pilotos de alto nivel que sepan llevarla y sacarle el máximo partido a su banda de potencia con todo en bajos y medios. Pero también es cierto que no resulta tan fácil de aprovechar y universal como otras 250 2T de la actualidad. MV