Negado desde Austria
En agosto, Jorge Lorenzo ganaba un espectacular duelo a Márquez en Austria y lograba su tercera victoria de la temporada tras las de Italia y Cataluña. El balear se situaba tercero en la clasifi cación tras Márquez y Rossi, y por primera vez desde que aterrizase en Ducati, por delante de su compañero de equipo, Dovizioso. El título estaba lejos, pero se iba a luchar por el subcampeonato. Estaba en su mejor momento de la temporada. Aquellos 25 puntos de Austria siguen siendo los últimos que se ha anotado en su casillero. Después llegó la cancelación de la carrera de Silverstone, la caída de Misano cuando luchaba con Márquez por la segunda posición, la caída en Aragón en la primera curva con lesión en su pie derecho, la caída de Tailandia con fi sura en el radio de su mano izquierda, el intento nulo de correr en Japón, la renuncia a correr en Australia y el segundo intento frustrado de correr Malasia, tras volver a casa para operarse fi nalmente de una rotura en el ligamento izquierdo, una intervención llevada a cabo por el Dr. Xavier Mir en la Clínica Dexeus. Un cúmulo de mala suerte unido a algunas decisiones discutibles. ¿ Por qué no volvió a casa después de la carrera de Tailandia? ¿ Por qué no se operó entonces? ¿ Falló algo en el protocolo médico? Así respondía Lorenzo en su día Lorenzo sobre estas dudas: “Lo único que puedo decir es que si en Tailandia no me sigo quejando de que me duele, no hubiésemos hecho el escáner. A partir de ahí, hemos hecho lo que hemos pensado que era lo mejor y, para no perder la forma, hice algunos ejercicios que no sé si han ralentizado la recuperación. Creo que no lo han empeorado, pero quizá podría haber esperado un poco más para mover la zona, aunque igualmente hubiese sido muy difícil correr en el triplete”. Su presencia en Valencia está fuera de toda duda, primero porque será su despedida de Ducati y, sobre todo, con vistas al importante primer test post GP con Honda.