SIN… VERGÜENZAS
Según el diccionario de la Real Academia Española, una de las tres acepciones de «sinvergüenza» es: «adjetivo, dicho de una persona que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades». Vamos a olvidarnos de las ilegalidades y a centrarnos en las inmoralidades. Si también buscamos en el mismo lugar «perder alguien la vergüenza», el significado que se da a esta locución verbal es: «abandonarse, rebajándose en su conducta». Entramos en materia. ¿Hay algún sólo lector de Motor Clásico al que no le parezca inmoral que Ferrari saque al mercado su primer SUV? Estamos asistiendo a tantas patadas a la tradición que hay marcas que han perdido las vergüenzas y, encima, con tanto «arte marquetiniano» que parece que el pasado no ha existido. Acabamos de estrenar 2018 y si me paro a pensar en todo lo ocurrido en 2017 o lo que nos viene en los próximos años, me doy cuenta de que las marcas de coches han perdido por completo el norte. Sí, es cierto, no soy el único que lo piensa, pero hoy voy por otro camino diferente, un poco más místico o emotivo. Los hay que nunca se han negado a nada y a estos no puedo criticar: Renault, Opel, Ford, Seat, Peugeot¼ jamás dijeron que no tendría un SUV, un deportivo o un coche eléctrico, por citar algunos extremos tecnológicos; es más, jamás se posicionaron en una actitud radical. Son marcas que han ido cambiando su filosofía de producto según la tendencia del mercado ha ido evolucionando. Esa era su misión, dar al público lo que quería, dentro de sus posibilidades y siempre con su estilo propio. Sin embargo hay otros fabricantes que, además de hacer coches, construían sueños, tenían tradición y eran fieles a sus principios, y son esas las que hoy creo que no tienen vergüenza. A ver si consigo explicarme antes de que pases a leer la columna de mi buen amigo «Rizos», mucho más amena, informativa y recomendable que la mía, por cierto.
Por mi edad ya he asistido a la presentación de distintas generaciones de un mismo modelo. En todas se repite un mismo patrón al escuchar idénticas frases o expresiones que aluden a la mejora de sus productos: «ahora se comporta mejor», «ahora frena bien», «ahora es bonito»¼ ¿Qué pasa, que antes no lo era? Está claro que entonces nos vendían una moto y, «ahora», siguen haciendo lo mismo. Bueno, quizá sea su obligación lógica teniendo en cuenta que es una evolución de lo que había antes. Sin embargo, vuelvo a lo de los fabricantes de sueños: ¡Ferrari no puede hacer un SUV! Esto es involución. ¿Qué dirán el día de su presentación? ¿Qué argumento esgrimirá su departamento de marketing? Pueden hacer un coche eléctrico, híbrido, con energía atómica y seguir siendo un Ferrari. Se puede evolucionar siendo fiel a tus principios. La electricidad es una necesidad y no una moda, por lo que no veo mal que desarrollen un superdeportivo de 800 CV eléctricos. En cambio, subir el centro de gravedad (lo último que debes hacer en un coche de carreras) y aumentar el volumen porque sí, es tan innecesario como infiel con su historia. Es hacerse menos deportivo por definición. Es cumplir con una moda.
Estoy plenamente convencido de que el Ferrari SUV que veremos en 2018 se comportará de maravilla, será rapidísimo y es posible que hasta bonito, pero para mí no será un Ferrari. Marchionne no es tonto y sabe que un coche de este tipo tendrá mercado, y más viendo el éxito obtenido por Alfa Romeo y su Stelvio, Jaguar con el F-Pace o la propia Porsche, que salvó su desaparición gracias al Cayenne (sin olvidarnos del Boxster). Pero es que hoy en día todos quieren ser SUV. Esta locura ha llevado también a Lamborghini, que ya tuvo un mastodóntico todoterreno LM002 hecho para acaudalados jeques árabes, a sacar el suyo en breve. Hasta la propia Range Rover está haciendo algo difícil de explicar para un purista, convirtiendo sus efectivos TT en coches cada vez más SUV, es decir, más asfalto, menos «rock and roll». Lo dicho, que todos han perdido la vergüenza y, mientras tanto, nosotros encantados. mc
FERRARI HACE UN SUV Y, ADEMÁS, NOS HACE PENSAR QUE ES LO MEJOR PARA NOSOTROS