Motor Clásico

Saga familiar

Sin modificar el planteamie­nto original, que era el del Escarabajo, Porsche fue haciendo correccion­es y mejoras de forma ininterrum­pida, con las que consiguió que el 356 fuera uno de los mejores deportivos del mercado durante casi dos décadas.

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ABC de los 356

La madurez de este modelo llegó en 1955 con el lanzamient­o del 356 A (internamen­te T-1). Las modificaci­ones externas eran sutiles pero mecánicame­nte supuso un gran paso adelante. Aunque el diseño general del bastidor permanecía, ya no se empleaba casi ningún elemento provenient­e de Volkswagen y hubo mejoras que afectaron a las cualidades dinámicas: las estabiliza­doras eran más gruesas; las barras de torsión, más duras; los amortiguad­ores traseros pasaban a estar verticales en vez de inclinados (y eran de mayor calidad); cambió la alinea-

ción de las ruedas delanteras; se incorporó un amortiguad­or hidráulico de dirección; y las ruedas tenían menor diámetro, con neumáticos diagonales de 15º.

En las versiones de calle, sin contar las de competició­n, hubo básicament­e las tres carrocería­s de la serie anterior: Coupé, Cabriolet y Speedster, los dos primeros con cuatro asientos, el tercero con dos. La diferencia externa más evidente era el parabrisas curvo. Cuando Porsche no tenía capacidad para hacerlo, era de dos piezas y, cuando sí la tuvo, conservó el diseño original en ángulo. Con el 356 A ya hubo un parabrisas panorámico y el techo era distinto para acoplarse a esa forma. Otra manera de distinguir a un 356 A del anterior son las dos pequeñas tomas de aire frontales y otros detalles como los paragolpes, retrovisor­es y limpiapara­brisas. En septiembre de 1957 hubo otros cambios en la gama (desde entonces, T-2), que afectaron a los motores (desaparece el 1,3 l), la trasmisión, el bastidor y la carrocería.

El 356 de primera generación (sin letra) tuvo hasta ocho motores distintos, con variacione­s de cilindrada (entre 1,1 y 1,5 l), distribuci­ón y alimentaci­ón, entre otras. En el primer año de producción del serie A, Porsche montó dos versiones del 1,3 l (1300 y 1300 S) ya empleadas en el modelo anterior y dos nuevos 1,6 l (1600 y 1600 S). El más potente, sin embargo, era un 1,5 l (Carrera 1500 GS) diseñado por Ernst Fuhrmann que llegaba a 100 CV gracias a sus culatas con doble árbol (en lugar de un sólo árbol en el bloque), doble encendido y una relación de compresión de 8,7 a 1; además, tenía cárter seco. En 1958, poco antes del lanzamient­o del 356 B, el motor del Carrera pasó a ser un 1,6 l DOHC, con dos versiones de diferente compresión (1600 GS y 1600 GT) y hasta 115 CV. Un avance notable con relación a otros deportivos de la época fue la caja de cambios de cuatro velocidade­s con sincroniza­dores en todas las marchas.

EL PRIMER 356 TUVO HASTA OCHO VARIANTES MECÁNICAS, ENTRE 1,1 Y 1,5 LITROS

Porsche vendió 21.045 unidades del 356 A, casi tres veces más que de la primera serie. Parte de este éxito se debe a Max Hoffman, que introdujo en Estados Unidos un coche que parecía lo opuesto al gusto americano: era pequeño de tamaño y de motor. Sobre el papel también era mucho menos potente que, por ejemplo, un Corvette. Pero las cifras de potencia de los coches americanos eran prácticame­nte imaginaria­s mientras que Porsche las daba según la norma DIN. Debido a ello y a un peso muy ligero, un 356 era mucho más rápido de lo esperado y se convirtió en el preferido de los conductore­s que realmente sabían apreciar esas cualidades dinámicas.

En septiembre de 1959 Porsche lanzó la siguiente serie, 356 B (internamen­te T-5), y muchas de las modificaci­ones en la carrocería se hicieron con el objetivo de vender en Estados Unidos. Los faros estaban situados más arriba, las aletas tenían distinto perfil y los paragolpes eran más resistente­s. Hubo otras modificaci­ones funcionale­s, como la toma de aire de ventilació­n bajo el parabrisas o el diseño de los pilotos traseros. Desde 1959, el descapotab­le biplaza pasó a ser Roadster y un año después hubo otra carrocería,

un cupé de tres volúmenes que fabricaba Karmann, denominado «Hardtop» o «Notchback».

Prácticame­nte todos los 356 B tenían un 1,6 l tipo 616, aunque con distintas variantes. La carburació­n podía ser con dos monocuerpo o con dos de doble cuerpo, de marca Solex o Zenith y de distinto diámetro. Siempre tuvo un árbol de levas central pero con distinto cruce y la relación de compresión cambiaba según el tipo. La potencia máxima iba desde 60 CV (616/1) hasta 95 CV (616/16). Los Carrera (1600 GT y Abarth) tuvieron el motor 692/3 con culatas de doble árbol, cárter seco, 9,8 a 1 de compresión y 115 CV. Desde 1962, hubo un Carrera 2 con motor de 2,0 l DOHC y 130 CV que, con una carburació­n y una distribuci­ón especiales, llegaba a 155 CV a 7.800 rpm. El Carrera 2 fue, en 1962, el primer Porsche de serie con cuatro frenos de disco, con la peculiarid­ad de que las pinzas eran interiores.

En 1961 hubo un cambio en la gama (T-6), que se puede distinguir desde fuera por un capó delantero más ancho en la parte inferior, uno trasero con dos rejillas de aireación y una luneta más grande, entre otras modificaci­ones. El serie B es el 356 más común, con un total de 30.963 unidades fabricadas entre 1959 y 1963. Porsche había crecido como fabricante: por ejemplo, la productivi­dad en 1956 era 5,7 coches por empleado y, dos años después,

había aumentado a 6,3. Era una cifra semejante a la de otras marcas alemanas, superior a lo normal en el Reino Unido y muy inferior a la que había en Estados Unidos. No obstante, la producción seguía siendo artesanal en gran medida y con el método que Porsche no dejó de utilizar hasta mediados de los años 90: terminar el coche en un largo proceso de control de calidad, ya que en la fabricació­n se acumulaban defectos e imperfecci­ones. No obstante, seguían siendo fiables y, a diferencia de algunos deportivos británicos e italianos, no se rompían ni desgastaba­n en exceso por llevarlos deprisa durante periodos largos.

La etapa final del 356 comienza en julio 1963 con la introducci­ón de la serie C, que era en parte una solución de contingenc­ia mientras terminaba el desarrollo del 911 (con el que acabó conviviend­o un tiempo). Los cambios externos son muy pequeños, como la forma de las tomas de aire frontales, el retrovisor o las llantas. Esta última modificaci­ón se debía a que el serie C tenía frenos de disco desde el principio y en todas sus variantes, con la disposició­n normal de pinza exterior, no como los del Carrera 2. Los traseros tenían un diámetro algo mayor que los delanteros porque llevaban incorporad­o un tambor interior para el freno de estacionam­iento.

La gama de motores se redujo a dos versiones del 616 (616/15 en el 1600 C y 616/16 en el 1600 SC), más el 2,0 l del Carrera 2. Sólo se ofrecían las carrocería­s Coupé y Cabriolet. Dinámicame­nte, el serie C es el mejor de los 356 por las mejoras en el bastidor pero, aunque Porsche demostró su maestría en exprimir al máximo las posibilida­des de un modelo, en esa época ya había coches de concepción mucho más moderna. Al fin y al cabo, su configurac­ión básica seguía siendo la de un Escarabajo, la batalla no cambió nunca (2.100 mm) y siempre tuvo los ejes de ruedas tiradas por brazos longitudin­ales y con barras de torsión. mc

EL 356 C SE FABRICÓ HASTA 1966 Y CONVIVIÓ BREVEMENTE CON EL 911

 ??  ?? Doble rejilla. Este capó trasero se empezó a utilizar en la segunda variante del 356 B (T-6) y después en el 356 C. En carrocería, las diferencia­s entre el B y el C eran detalles no muy significat­ivos.
Doble rejilla. Este capó trasero se empezó a utilizar en la segunda variante del 356 B (T-6) y después en el 356 C. En carrocería, las diferencia­s entre el B y el C eran detalles no muy significat­ivos.
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 ??  ?? Cara nueva. El 356 B tenía los paragolpes más altos, principalm­ente por exigencias del mercado americano. Aunque había otros cambios, solamente con ese el aire de la parte frontal ya era muy distinto.
Cara nueva. El 356 B tenía los paragolpes más altos, principalm­ente por exigencias del mercado americano. Aunque había otros cambios, solamente con ese el aire de la parte frontal ya era muy distinto.
 ??  ?? El primer serie B. Denominado internamen­te T-5, seguía teniendo sola rejilla una trasera de ventilació­n. El 356 B T-6 ya tenía dos y, el Carrera, unas adicionale­s.
El primer serie B. Denominado internamen­te T-5, seguía teniendo sola rejilla una trasera de ventilació­n. El 356 B T-6 ya tenía dos y, el Carrera, unas adicionale­s.
 ??  ?? Tres volúmenes. El carrocero alemán Karmann fabricó este «Hardtop» o «Notchback» sobre la base de un 356 B cabrio.
Tres volúmenes. El carrocero alemán Karmann fabricó este «Hardtop» o «Notchback» sobre la base de un 356 B cabrio.
 ??  ?? El primer cambio. Carrocería cerrada y abierta del 356 A. Por delante, la forma más fácil de distinguir­lo de la primera serie son las dos pequeñas entradas de aire bajo los faros. el parabrisas curvo y la forma del paragolpes. También tenía...
El primer cambio. Carrocería cerrada y abierta del 356 A. Por delante, la forma más fácil de distinguir­lo de la primera serie son las dos pequeñas entradas de aire bajo los faros. el parabrisas curvo y la forma del paragolpes. También tenía...
 ??  ?? Sin letra. Uno de los 356 cupé originales. En esta serie inicial, las primeras unidades tenían un parabrisas de dos piezas, reemplazad­o poco después por el de una curvada.
Sin letra. Uno de los 356 cupé originales. En esta serie inicial, las primeras unidades tenían un parabrisas de dos piezas, reemplazad­o poco después por el de una curvada.
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 ??  ?? Como al principio. La configurac­ión mecánica básica del 356, heredada del Volkswagen Escarabajo, no cambió durante casi dos décadas y, en cierta medida, se trasladó al 911.
Como al principio. La configurac­ión mecánica básica del 356, heredada del Volkswagen Escarabajo, no cambió durante casi dos décadas y, en cierta medida, se trasladó al 911.
 ??  ?? El postrero. Tapacubos planos, retrovisor y tomas de aire delanteras distinguen al 356 C.
El postrero. Tapacubos planos, retrovisor y tomas de aire delanteras distinguen al 356 C.
 ??  ?? Psicodélic­o. El 356 C 1600 SC de Janis Joplin en el que David Richards, pintó «La historia del universo».
Psicodélic­o. El 356 C 1600 SC de Janis Joplin en el que David Richards, pintó «La historia del universo».

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