Espíritu de Montjuic
El EdM toma una dimensión mayor después de haberse unido a las competiciones vinculadas a Peter Auto. Así, el ambiente festivo que sabe crear la escudería Targa Iberia ha transformado el espectáculo automovilísticodeportivo en un auténtico «revival» de ti
Todo un festival
La meteorología pronosticaba un fin de semana desalentador. Y acertó¼ lamentablemente. Al llegar al circuito, un cielo amenazante, el frío, la llovizna intermitente y una ventisca que desbarataba la decoración realizada con hinchables y macetas, auguraban lo peor. Aun así, con el tiempo en contra, más de 20.000 valientes espectadores acudieron a la séptima edición del Espíritu de Montjuich durante el fin de semana del 6 al 8 de abril. No fue la cifra deseada, pero sí lo suficientemente satisfactorio ante lo que parecía una causa casi perdida.
Éxito de nuevo para la Escudería Targa Iberia que ha ofrecido lo mejor que se pueda ver en España en cuanto a automov ilismo clásico deport ivo, un espectáculo múltiple con coches en pista y diversión para toda la familia en el resto del circuito. Incluso lo peques tenían su programa específico cada día, con la carrera «1 globo, 2 globos, 3 globos» en coches a pedales y animaciones en forma de tiovivo, circo de payasos, autos de choque, caballitos, pintacaras¼
En todo lo ancho y amplio del paddock principal del circuito de Cataluña, el decorado y el ambiente se fundían con un avión expuesto, un autobús Pegaso de 1968 para dar una vuelta al público, música en vivo, pista de baile, clases y demostraciones, tenderetes con objetos de automobilia, libros, juguetes y restauradores con atractivos clásicos en venta. Renault colaborador del evento, participaba en la fiesta con la Clio Cup española y tandas «Passion Experience» para sus clientes. Seat tampoco podía faltar y desplazaba su impresionante carpa-cúpula donde albergaba la gama 124 que este año celebra su cincuentenario.
El tradicional Concurso de Elegancia se repartía entre coches de rallyes y coches de circuito elegidos entre los participantes a las carreras, en total quince piezas tan extraordinarias como el Ferrari 512S de la Escudería Montjuich, a la postre ganador del premio «Best Of Show», un rarísimo McLaren M6GT de calle, un impresionante Peugeot 405 Grand Raid o un siempre admirable Lancia Stratos.
EL MEJOR AUTOMOVILISMO CLÁSICO DEPORTIVO QUE SE PUEDE VER EN ESPAÑA
Y por supuesto una zona de aparcamiento reservada para los clásicos del público que al final de cada jornada daban unas vueltas al circuito.
Pero como debe ser, el núcleo en torno al cual giraba el EdM eran las carreras. El organizador francés Peter Auto recogía el testigo de las Masters Historic Series británicas. Peter Auto pone en pie los eventos más importantes de clásicos de Europa, incluido Le Mans Classic, que se celebra este año. Con participantes de múltiples nacionalidades, el banderazo de salida a la temporada era la cita española. 212 coches superaban las expectativas y pasaban las verificaciones pertinentes el viernes. El paddock del circuito quedaba pequeño, pues además de los centenares de vehículos participantes, se sumaban los tráiler de las escuderías que les daban servicio.
Siete categorías deportivas abarcaban más de cuarenta años de carreras, con los coches de resistencia como protagonistas: Sixties' Endurance (1950-1965), Classic Endurance 1 (1966-1974) y 2 (1975-1981) y Grupo C (19821993). También carreras de turismos con la Heritage Touring Cup (1966-1984), monoplazas de la Euro-F2 (1967-1978) y el soberbio Greatest Trophy, nuevo nombre del Trofeo Nastro Rosso que se abre a coches no italianos con el punto en común de ser modelos excepcionales de las décadas de 1950 y 1960. Alfa Romeo TZ, Aston Martin DB2 Vantage, Bizzarrini 5300 GT, Ferrari 250 Berlinetta,