ALFA GIULIA SPRINT
modelo de gran serie. Al integrar el chasis y la carrocería en la misma pieza se ganaba peso; por esa razón, un 356 con motor refrigerado por aire no es mucho más ligero que un Giulia Sprint.
Delante tenía una suspensión independiente de paralelogramo deformable con triángulos superpuestos. Detrás era un eje rígido sujeto con dos brazos longitudinales y, para soportar los esfuerzos laterales, un triángulo central (en vez de una barra Panhard). No era la mejor suspensión trasera del momento (el 356 la tenía independiente) pero el eje llevaba muelles helicoidales y amortiguadores hidráulicos telescópicos, no estaba sujeto por ballestas como en el MGA. Otro indicio del vanguardismo técnico de Alfa Romeo en ese momento es que instaló frenos de disco y caja de cambios con cinco velocidades antes que Porsche. Algunas versiones del Giulietta tenían las dos cosas, en el 356 no hubo frenos de disco hasta el Carrera de 1962 y ninguna de sus versiones normales tuvo cambio de cinco velocidades (el 550 Spider sí).
El punto fuerte de Alfa Romeo en esa época (y en otras) era el motor. Era un cuatro cilindros con bloque y culata de aluminio, camisas húmedas de hierro, cigüeñal de acero forjado con cinco apoyos, doble árbol de levas, culata hemisférica con válvulas en V a 80ë y la bujía casi en el centro de la cámara. Se diseñó bajo la dirección de Orazio Satta Puliga, un discípulo de Wifredo Ricart que se hizo cargo del departamento técnico de Alfa Romeo cuando Ricart regresó a España. La versión del Giulia Sprint normal con 1,3 l tenía un carburador de doble cuerpo y 8,5 a 1 de relación de compresión, con lo que daba 80 CV a 6.300. El Porsche 356 A 1600 más potente (1600 S, motor
LO MEJOR DE ESTE ALFA ROMEO ES SU MOTOR BIÁRBOL DE ALUMINIO
tipo 616/2) solo llegaba a 75 CV, entre otras razones porque estaba refrigerado por aire, tenía culatas monoárbol y daba la potencia máxima a 5.000 rpm.
Porsche empezó a montar culatas de doble árbol en las versiones Carrera del 356 A, primero 1500 y después 1600. En 1960 fabricó unos pocos 356 B Carrera GT (40 unidades) y Abarth Carrera (20), ambos con la versión de serie más evolucionada del motor 1600. Este motor (tipo 692/3) con las culatas de doble árbol, dos carburadores dobles Weber 40 y 9,8 a 1 de relación de compresión, alcanzaba 115 CV a 6.500. Es decir, la potencia específica ya llegaba a 72 CV/l. Alfa Romeo también hizo versiones potenciadas de su 1,3 l, una de ellas para el Sprint Speciale y el Sprint Zagato. Con dos carburadores dobles y 9,7 a 1 de compresión, ese motor llegaba a 100 CV a 6.500 rpm, y su potencia específica a 77 CV/l, aún mayor que la del Carrera.
Cuando el Sprint y el Spider pasaron a ser Giulia, en 1962, Porsche vendía tres versiones del 356 B 1600, con 60, 75 o 90 CV. El motor de 1,6 l de los Giulia Sprint y Spider llegaba a 92 CV con un sólo carburador. El Sprint Speciale, con el motor de la siguiente generación del Giulia (105) en versión TI Super, llegaba a rendir 112 CV con este 1,6 l.
Hoy hay un abismo entre los productos de Alfa Romeo y Porsche. En tiempos del 356 y el Giulietta, no era así. Después, las dos marcas pasaron por malos momentos: Alfa Romeo a mediados los 80 y Porsche a principios de los 90. La diferencia es que Alfa Romeo perdió su independencia y quedó absorbida por Fiat, Porsche salió adelante. mc