Motor Clásico

Giro copernican­o

La visita al Museo Mazda Colección Frey, situado en Augsburgo, tuvo un momento muy dulce cuando nos permitiero­n conducir este RX-7 de primera generación. Un recorrido por la ciudad y sus afueras fue suficiente para descubrir sus muchas bondades y pocos de

- FÉLIX MACÍAS (TEXTO Y FOTOS)

Basta con mirarlo para sentirse a leg re y marav i l la rse con las v irtudes de lo sencillo. Un coupé depor t ivo de bol si l lo diríamos hoy, con dimensione­s reducidas que le dan un aspecto de juguete. En su diseño nada ex t rav aga nte, todo lo contrario, hay líneas limpias en las que destacan un largo capó motor y una amplia luneta trasera que también hace de portón, un conjunto casi demasiado discreto. Un tributo a su época son los faros escamotabl­es, de ópticas redondas enmarcadas en un formato cuadrado, subrayados por el piloto de posición y el intermiten­te horizontal­es, que son el mayor parecido del Mazda R X-7 con el Porsche 924 al que tanto se le comparó en su época. Pero el aspecto es muy diferente dentro del parecido y el R X-7 disfruta de una imagen algo más exótica que el alemán.

Al sentarme tras el volante la sorpresa es doble: una postura de conducción muy lograda y una sensación de espacio placentera. Todo cae a mano, tanto el generoso volante de cuatro radios como el selector del cambio, perfectame­nte situado y con un pomo alargado muy ergonómico y agradable al tacto. La postura de conducción está ig ualmente en el punto de equilibrio: piernas estiradas, pero sin ir tendido, pedales en el eje del volante, asiento muy bien resuelto, ligerament­e envolvente, con buena sujeción y cómodo. La puerta cierra con una sonoridad metálica sorprenden­te, de las de antes; se antoja sólida y el g uarnecido es de época, absolutame­nte mínimo. La simplicida­d del interior se extiende a la instrument­ación: tres relojes imprescind­ibles, una pequeña consola central, pocos

 ??  ?? Clásico y ergonómico. Puede que el interior del RX-7 sea demasiado convencion­al, pero esté bien diseñado y su ergonomía es perfecta, desde la postura de conducción, la posición del volante y la ubicación del cambio, hasta la visibilida­d inmejorabl­e
Clásico y ergonómico. Puede que el interior del RX-7 sea demasiado convencion­al, pero esté bien diseñado y su ergonomía es perfecta, desde la postura de conducción, la posición del volante y la ubicación del cambio, hasta la visibilida­d inmejorabl­e

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain