Juanmi iguala y Oyarzabal y Zurutuza le ponen la salsa
Un gol del malagueño en el minuto 91 permite a la Real empatar ante un Villarreal más rodado y total dominador con sus mejores jugadores
Un gol de Juanmi Jiménez en la última jugada del partido permitió a la Real llevarse el empate en su tercer amistoso del verano, el disputado ayer en el campo zarauztarra de Asti ante un Villarreal más rodado. La igualada ante un equipo hecho y de hormigón que disputará la previa de Champions League en la segunda mitad de agosto, tomada como tal, se antoja como un resultado positivo para una Real aún en construcción que no puede contar con una parte de sus mejores jugadores. Pero la cruda realidad dicta que el conjunto amarillo, cuando tuvo a sus cracks en el verde, fue muy superior y que la igualada llegó cuando había 11 casi completos desconocidos vestidos de amarillo. Eso sí, el dúo Oyarzabal-Zurutuza, la pareja del verano en la Real, promete. Está ‘on fire’. Tienen talento, compromiso y ganas de batallar. Dio gloria verles combinar ayer. Aire fresco.
A las bajas habituales de Agirretxe, Vela, Canales y Navas por lesión y de Rulli por encontrarse con su selección, hubo que sumar ayer la de Jonathas de Jesús, que quiso -de la mano del club - evitar el riesgo de lesionarse mientras negocia su inminente salida.
El primer tiempo fue una especie de monólogo del Villarreal. Los amarillos, más rodados y más hechos como equipo, marcaron un tanto por mediación de Bakambu, pero pudieron irse con muchos más en el zurrón si no llega a ser por la inspiración de Toño Ramírez, portero txuri urdin.
Los realistas quisieron presentar ciertas credenciales cuando empezó a rodar el esférico con una presión adelantada y combinaciones rápidas por dentro. Pero pronto comenzaron a abusar del fútbol directo, asfixiados por la presión ejercida por un Villarreal que jugaba con ocho llamados a ser titulares y un ‘once’ muy reconocible con futbolistas como Mario, Bailly, Víctor Ruiz, Trigueros, Soldado o Bakambu.
Granero fue el autor de los dos únicos acercamientos, no clasificables como ‘ocasiones’ txuri urdin del primer tiempo: un chut flojo pero muy colocado y un libre directo potente, pero por el centro. Un minuto antes del gol amarillo, Toño ya había despejado a córner el primer intento de Soldado a media altura. En el 16’ se equivocó gravemente Aritz Elustondo, que quiso sacar el balón conduciendo cerca de la frontal de su área. Pecadillo de juventud. Le birlaron el cuero y éste llegó a Bakambu. El galo ajustó el cuero perfectamente al palo largo, a media altura, con la rosca buena.
A partir de ahí, todas las noticias fueron malas para una Real que no combinaba y que pagaba caros sus graves desajustes defensivos. Alfonso cabeceó cerca del larguero y Toño sacó una eléctrica manopla para evitar el tanto del mismo jugador. Tras un gol anulado en jugada de estrategia a Soldado, de nuevo el meta riojano estuvo certero en un mano a mano con Castillejo.
Brillan Zurutuza y Oyarzabal
Desde su inicio, ya se vio que la segunda parte tenía otra pinta. La Real conseguía elaborar desde atrás, superar la primera línea de presión del Villarreal y encontrar a sus piezas más ofensivas. No obstante, dos balas como Afif y Mario González, que obligó a estirarse a Bardají, causaron estragos a la contra con la sexta marcha metida.
Concha, que jugó en la derecha a pierna cambiada, fue quien primero acarició el gol. Tras recortar con la derecha, empaló fuera con la izquierda. La Real jugaba en campo contrario por la infinita conexión de un deslumbrante Mikel Oyarzabal y un Zurutuza aspirador de ba- lones al que era imposible quitarle el cuero. Su constante cambio de posiciones fue un quebranto en todo momento para el Villarreal de los Larrea, Llambrich, Ramiro, Chuca y compañía.
Mario González chutó fuera por poco y Afif se topó con la cruceta tras un fallo de Iñigo en lo que pudo ser la sentencia de los castellonenses. Oyarzabal, tras otra jugada con Zurutuza, puso en alerta a los de Marcelino antes del gol postrero de Juanmi. Gasolina para el ‘stage’ que empieza mañana y avituallamiento para la eterna espera. A que se defina y llegue Rulli, a que se vaya Jonathas y llegue Llorente u otro nueve. Y de ver por fin a Vela vestido de corto. Paciencia