Rusia, en manos del COI
El Comité Olímpico Internacional tendrá hoy una patata muy caliente sobre su mesa, ya que los miembros de su Comité Ejectutvo se reunirán por medio de una teleconferencia para pronunciarse sobre una posible exclusión total del Comité Olímpico de Rusia de los Juegos de Río de Janeiro tras el explosivo informe hecho público el lunes por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que reveló que el estado ruso organizó entre 2011 y 2015 un sistema de dopaje que además manipuló los resultados de los controles de muchos deportistas que habían dado positivo.
En una primera reunión, celebrada el pasado martes, el COI no tomó ninguna medida a la espera de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) se pronunciara sobre el recurso presentado por 68 atletas rusos contra la suspensión que la IAAF impuso a la Federación de Atletismo de Rusia, que les impedía participar en los Juegos de Río. El TAS ratificó el jueves la suspensión del atletismo ruso decretada por la IAAF, que sólo salvó a la saltadora de longitud Daria Klishina porque había entrenado y pasado sus controles en Estados Unidos, lo que en teoría abría la puerta a que el COI tomara la misma decisión para la globalidad del deporte ruso, pero según algunas fuentes la decisión final podría retrasarse hasta el lunes o al martes.
Tras la publicación del informe elaborado por el jurista canadiense Richard McLaren, el presidente del COI, Thomas Bach, aseguró que se había producido “un daño terrible y sin precedentes para la integridad de los deportes y los Juegos Olímpicos” e insinuó mano dura contra Rusia. “No dudaremos en tomar las sanciones más estrictas posibles”, aseguró.
Las agencias antidopaje de 14 países, entre ellos Estados Unidos, Alemania o Japón enviaron una carta conjunta al COI pidiendo que actuara colectivamente contra el deporte ruso, pero aunque la presión es alta pidiendo firmeza, también se han elevado voces contra una sanción excesivamente dura que podría perjudicar a muchos deportistas que nunca han tenido nada que ver con el dopaje.
Una decisión muy difícil
Y ahí es donde radica la dificultad de una decisión justa, ya que una suspensión global de todo el deporte ruso podría desencadenar una batalla legal de desconocidas consecuencias a tan pocos días de los Juegos. Y esta proximidad de la cita olímpica es considerada por algunos como la única vía por la que el COI, a la vista del problema que se le viene encima, pudiera decidir no actual globalmente hasta después de Río y dejar en manos de las federaciones internacionales de cada deporte la decisión de qué deportistas rusos pueden participar o no, como ha hecho la IAAF