Froome III, rey de Francia
Confía en superar la máxima de las cinco victorias en el Tour
Forjado a base de golpes, Chris Froome conquistó ayer su tercer Tour de Francia tras los de 2013 y 2015, convirtiéndose en el primer ciclista británico que logra el triplete y escribiendo una nueva página del libro que comenzó hace cuatro años, después de ser segundo en 2012. En aquel entonces, ’Froomey’, nacido en Nairobi (Kenia), pero que compite bajo bandera británica, ya declaró que se veía capacitado para ganar cinco o más ediciones del Tour . De momento, con sus tres victorias empata con Greg LeMond, Louison Bobet y Phillippe Thijs, acercándose a los cinco Tour que atesoran Jacques Anquetil, Eddy Mercks, Bernard Hinault y Miguel Indurain. El próximo 20 de mayo cumplirá 32 años y cuando tenía 30 ya dejó caer que otros grandes corredores habían sido los mejores en la ronda gala con 40. Una manifestación que corrobora sus ‘malas’ intenciones de convertirse en el mejor ciclista en la historia del Tour.
Por tiempo, ganas y condiciones no será. Renovó por la galáctica Sky hasta el 2018, de la que él mismo reconoció que estaba formada por otras 19 estrellas, cuyo esplendor ha iluminado las 21 etapas del Tour de Francia. Nacido en Nairobi, comenzó a interesarse por el ciclismo gracias al mountain bike, y no fue hasta los 15 años cuando abrazó el ciclismo en ruta, coincidiendo con el traslado de sus padres a Johannesburgo. Hoy defiende la bandera británica, pero en 2006 y 2007 representó a Kenia en el Mundial Sub-23.
Superó una esquistosomiasis
Comenzó su carrera profesional en el Konica Minolta en el 2007, antes de participar en su primer Tour al año siguiente, en el que acabó el 84º. No volvió a la ronda gala hasta el 2012,para lograr su primer triunfo en 2013. En su formación fue clave el fichaje por el Sky en el 2010, año en el que le fue detectada la esquistosomiasis, una enfermedad provocada por un parásito que consume los glóbulos rojos, lo que provoca anemia, y al año siguiente se le escapó La Vuelta por sólo 13”. Era su mejor resultado en una grande, después de ser el 36º en la edición 2009 del Giro. A partir de aquí se marcaría un libro de ruta que le permitió ocupar la misma posición en su segunda participación en el Tour (2012). Froome parece estar diseñado para la gloria del Tour. Se le resisten las otras dos grandes, pero ya anunciado su intención de estar en La Vuelta 2016, en la que intentará ser el primero en ganar Tour y Vuelta en el mismo año. Odiado y querido a la vez, no siempre ha contado con el favor de la afición. Se le ha relacionado en más de una ocasión con el dopaje de substancias y con el mecánico, de ahí que en el Tour de 2015 le tiraran un vaso de orina. Pero él siempre se ha declarado limpio y ha denunciado las trampas.
Ajeno a todo, ‘Froomey’ sigue pedaleando para ser el mejor, con el único objetivo que el día de mañana su hijo Kellan se sienta orgulloso de los logros obtenidos por su padre
Froome es un hombre Tour. Por el momento, se le resiste la gloria en el Giro y La Vuelta