Primer triunfo local del Alavés
Se estrenó el Alavés en casa. Tras dos empates sin goles, anoche consiguió su primer triunfo de la temporada en Mendizorroza y vio puerta por primera vez. Tres goles, en tres contragolpes. Edgar (51’), Camarasa (66’) y Deyverson 93’) dieron la victoria a los de Mauricio Pellegrino. El Granada, desaparecido hasta ese momento, recortó distancias con un gol de Kravets (78’), que despertó a los de Jémez. Empujaron en los últimos minutos y encerraron en su área al Alavés. Pero otro contragolpe acabó con las ilusiones nazaríes de lograr al menos un empate.
Primer tiempo para olvidar
La situación de Alavés y Granada no era para echar flores y eso se notaba sobre el césped. Ni uno ni otro equipo lograba el control del balón, que iba pasando de un lado a otro sin que nadie trenzara una jugada con cara y ojos. Así transcurrieron esos primeros 45 minutos, con algo más de llegada del Alavés, pero sin apenas crear peligro. Una ocasión para Edgar, a la que se adelantó Uche impidiendo el remate, y un garrafal error de Alberto Bueno ante Pacheco, fueron las mejores ocasiones. Deyverson metió un gol, pero se había ayudado con la mano para llevarse el balón y el árbitro invalidó la acertadamente la acción. Ni uno ni otro estaba haciendo nada para decantar el partido de su lado y se llegó al descanso sin goles y nada
Contragolpe letal
El segundo tiempo empezó como acabó el primero. Nadie tenía el balón y las llegadas claras escaseaban, por no decir que no existían. Paco Jemez dio entrada tras el descanso a Atzili, al que sorprendentemente sustituyó tras encajar el segundo gol. Entró Kravets, que fue quien metió al Granada en el partido.
Llegó el primer contragolpe con un buen servicio en profundidad de Camarasa sobre Edgar, que no perdonó. No reaccionaba el Granada que llegó de forma aislada al área de Pacheco. Pereira y Vezo lo intentaron sin convencimiento. Y llegó otra contra. Uche le regaló el balón a Camarasa, que se plantó solo ante Ochoa y le batió con un disparo entre la piernas.
Todo parecía sentenciado, el Granada no reaccionada y Mendizorroza empezaba a celebrar el triunfo. Ahí se produjo el cambio del israelí Atzili, que no lo entendía. Entró Kravets y fue el jugador que, por fin, despertó al Granada. Siete minutos después, recortaba distancias y lanzaba al Granada a por el empate. El mismo Kravets tuvo el segundo para su equipo, pero su remate lo atajó muy bien Pacheco. Con el Alavés sufriendo y preocupado sólo de dejar que corriera el cronómetro en unos interminables cinco minutos de añadido, llegó el tercer contragolpe y el tercer y definitivo gol local. Kravets puso la puntilla y permitió que, ahora sí, Mendizorroza celebrara su primera victoria de la temporada