El Granada no sabe ganar al Sporting
El colista acaba sufriendo para aguantar el empate
Reparto de puntos en el Nuevo Los Cármenes, que deja a Granada y Sporting tal y como estaban. Los de Lucas Alcaraz siguen colistas, a cinco puntos de la salvación. Y el Sporting marca la línea de los puestos de descenso, aunque suma los mismo puntos que el Espanyol, que está fuera de ellos.
Dominio tan claro como infructuso del Granada durante todo el primer tiempo. Los de Lucas Alcaraz tomaron el mando, pero pecaron en exceso del juego horizontal, sin encontrar en ningún momento el camino del gol. Prácticamente no hubo ocasiones en la primera mitad. Una falta de Pereira (8’), desviada a córner, y una acción de Kravets (32’), a la que se anticipó el meta sportinguista Cuéllar, fue el mayor peligro que creó el Granada. La réplica del Sporting se limitó a un centro chut de Burgui, atajado sin problemas por Ochoa. Burgui reclamó un penalti en el área granadina, en una acción dudosa que Vicandi Garrido no vio.
Los Cármenes empujaba a su equipo, pero estaba satisfecha a medias con lo que estaba viendo. Contenta con el juego, pero descontenta con la poca profundidad mostrada y la falta de ocasiones de gol.
Paso adelante
Empezó con otro ánimo la segunda mitad. El Granada dio un paso al frente. Los de Lucas Alcaraz introdujeron el factor profundidad en su juego, lo que les había faltado en el primer tiempo. Así llegó la primera ocasión clara de gol, un buen balón colgado al área por Andreas Pereira, que remató Rubén Vezo a bocajarro y Cuéllar, con una mano providencial, evitó el gol.
También el Sporting se mostró
más ambicioso, buscó sorprender al contragolpe e incluso acabó tomando las riendas del juego. La mejor acción de los de Abelardo llegó en una triangulación culminada con un magnífico servicio de Sergio Álvarez sobre Carlos Castro, pero Ochoa salvó el mano a mano (61’). Otra gran ocasión para Cop, a centro de Viguera, que no logró sorprender a Ochoa (81’). Y en la última acción del partido ni Viguera ni Cop acertaron a rematar a puerta vacía.
Los nervios atenazaron al Granada y le impidieron ganar por el miedo a perder y a punto estuvo de caer ante el Sporting, que acabó mejor