Natxo González hace grande al Reus
El gran trabajo del técnico y la confianza en el grupo que logró el ascenso, claves
A muchos les puede sorprender el espectacular inicio de temporada que está protagonizando el Reus. De hecho, que no sorprenda que un equipo recién ascendido ocupe posiciones de ascenso directo después de once jornadas puede resultar, incluso, presuntuoso. Pero para quien conozca la forma de trabajar de esta plantilla y de Natxo González puede ser una situación casi esperada. Casi, porque la Liga 1,2,3 es tan competitiva que estar en la parte alta es una odisea para muchos, pero el técnico vasco ha continuado con la misma seriedad que le caracterizó en su etapa en Segunda B con los reusenses, con el bloque del ascenso a la categoría de plata y con algunos retoques que están resultando claves.
La fortaleza defensiva
La seriedad defensiva de este club es la primera situación que lo convierte en un rival tan temible. Recibir seis goles en once jornadas son números que firmaría el mismísimo campeón. De hecho, los técnicos de todos los rivales que han pasado por el Estadi Municipal esta temporada han destacado la fortaleza a la hora de defender de un conjunto que, además, ha sacado el máximo partido a los goles anotados.
El primero que defiende siempre es el delantero centro, ya sea Chrisantus, Edgar o Máyor. Todos ellos han tenido su oportunidad, y se han tenido que poner el mono de trabajo des del primer segundo. El media punta y los dos bandas también se desgastan partido tras partido, por lo que dos de ellos acostumbran a ser algunos de los cambios del entrenador en el transcurso del partido. Ni hablar ya del centro del campo. Los Folch, Albístegui y López Garai acaban el partido fundidos, ya que su desgaste es máximo. La defensa, además, tiene un orden fuera de lo común, por lo que se convierte en invencible en muchos compases de los duelos.
Natxo González
Fue un gran acierto fichar a este entrenador. Después de su paso fallido con el Alavés en Segunda A, el Reus decidió contratarlo. El mejor acierto de la historia reciente del club, sin duda. La paciencia que ha tenido el club en apostar por un proyecto serio ha sido tan importante porque dicho proyecto no tenía sentido sin Natxo González. Pese a algunos abucheos el año pasado por un sector demasiado exigente de la afición reusense, el entrenador, gracias a la seriedad que imprime y a los resultados que consigue, se ha convertido en todo un ídolo en la ciudad. Ahora, solo falta que el equipo consiga el objetivo de la permanencia y, una vez logrado, se verá a qué puede aspirar el conjunto rojinegro.
Los fichajes
Cuesta mucho, un mundo, acertar en un porcentaje alto con las nuevas incorporaciones. Pues el Reus lo ha conseguido. De hecho, todos los futbolistas que han llegado y que tienen protagonismo están rindiendo a un nivel óptimo. En el eje de la defensa, Pichu Atienza se ha convertido en uno de los futbolistas más fiables de toda la Segunda División. Llegado este mercado de verano del Hércules, el central se ha reivindicado y ha dejado muestras de aquel futbolis- ta que debutó en las categorías in- feriores de la Selección Española.
Jorge Díaz es la explosividad pu- ra. Las jugadas de mayor belleza plástica del equipo las ha protagonizado él. Jugando siempre de ex- tremo y normalmente por la derecha, el hijo pródigo se ha hecho con un lugar en el once (en la ma- yoría de partidos) y en el del corazón de su afición. Miramón, media punta de calidad que acostumbra a jugar por la izquierda, cuenta con la total confianza de Natxo González. Él sabe cuál es su rol, y no es otro que el de intentar este úl- timo pase de calidad. Finalmente, Máyor se ha vuelto a reivindicar. El punta, llegado del Alcorcón, fue una apuesta personal de Natxo González, que ya lo tuvo en el Sant Andreu de Segunda B. Lucha, entrega y gol: no se le puede pedir más
La fortaleza defensiva y el acierto en los fichajes, otros factores determinantes