Montaña a rebosar para la edición 100 del Giro de Italia
Plagado de puertos míticos (Mortirolo, Stelvio, Pordoi, Oropa) y crono el último día en Milán
De Cerdeña a Milán, el 100 Giro de Italia, presentado ayer en Milán, recorrerá del 5 al 28 de mayo la geografía de la ‘Bota’ en un recorrido duro, muy montañoso, que incluye cinco llegadas en alto y algunos de los puertos míticos de la ‘carrera rosa’ como pretendido homenaje a los grandes campeones italianos de esta prueba, los Coppi, Battali, Nibali y Pantani cuyos nombres sonaron durante la presentación.
No habrá esta vez excursiones al extranjero para la salida, programa en Cerdeña, que será sede de las tres primeras etapas. El Giro visitará también otra isla, Sicilia, con un final de etapa en el Etna, y atravesará la península transalpina de sur a norte, algo que permite dejar como juez en la semana final la visita a los temi- bles Dolomitas, y terminará con una contrarreloj de 28 kilómetros en Milán, la segunda y última incluída en el diseño trazado para 2017. La anterior, situada en el ecuador de la carrera (10ª etapa), tendrá 39 km.
La ecuación puertos ‘XL’ más contrarreloj parecería hecha a la medida de Chris Froome, si decidiese acudir, más que para los Nibali y Aru en los que confía Italia, aunque prima un menú de montaña que presenta un final ‘nostálgico’ en Oropa en la etapa 13, el santuario que vivió un duelo histórico entre Ugrumov e Indurain hace 23 años, y platos atractivos en la semana final: en la etapa 16 se subirán Mortirolo y Stelvio (cima Coppi), antes de la meta en Bormio. Al día siguiente se escalarán Aprica y Paso Tonale, y en la 18ª, a priori la etapa reina, cinco puertos para reventar la carrera: Pordoi, Valparola, Gardena, Passo di Pinei y Pontives. Quedarán solo tres días para la crono final en Milán, pero antes, en la penúltima etapa, se subirá el Monte Grappa.
El Giro 2017 contará en principio con las dos estrellas italianas, Vincenzo Nibali, último ganador, y Fabio Aru, segundo en 2015 tras Alberto Contador