El alumno Sainz, tras la estela del profesor Alonso
El madrileño, al alza tras su sexto en Austin, mantiene una buena relación con el asturiano, al que admira
El 2016 está siendo el año de confirmación para Carlos Sainz en la Fórmula 1. Tras un prometedor debut en 2015, en este segundo curso el piloto madrileño está cada vez mejor valorado en la parrilla, y no es fruto de la casualidad, sino que responde a sus grandes actuaciones. Una de ellas fue la que protagonizó el pasado fin de semana en Estados Unidos, donde solo un adelantamiento de Fernando Alonso en la última vuelta le privó de lograr el que hubiese sido su mejor resultado en F1. Al final, Sainz cedió el quinto puesto ante el asturiano, pero incluso éste reconoció que las carencias del Toro Rosso del madrileño facilitaron mucho su tarea de rebasarle.
Más allá de estos enfrentamientos, ambos pilotos mantienen una gran relación fuera de la pista, como lo evidencian hechos como la cena que compartieron en Austin horas más tarde de la pugna comentada. Sainz (22 años y un prometedor futuro por delante) es el alumno aventajado de Alonso (35 años y dos veces campeón del mundo) y, por ende, la figura más cercana a lo que sería un sucesor de su admirado compatriota.
El ‘Nano’ con su edad
Renovado por Red Bull y confirmado para Toro Rosso de cara a 2017, Carlos Sainz acepta esta realidad con cierta amargura de no poder por el momento disponer de un coche competitivo. En este sentido, realizando una comparación de su trayectoria con la de Alonso, se observan circunstancias diferentes en sus inicios. Después del debut con Minardi (2001) y una temporada como probador en Renault (2002), el segundo curso de Alonso en la F1 (2003), cuando tenía la edad que tiene ahora Sainz, fue más prolífico que el 2016 de Sainz. En su caso, no obstante, el campeonato estaba más abierto que el actual, y su Renault era capaz de luchar por cotas más altas que el actual Toro Rosso. De esta forma Alonso logró la primera victoria de su palmarés (Hungría) y subió al podio un total de cuatro ocasiones. Esto es lo que persigue Sainz, tener un coche competitivo como para poder luchar por las pri- meras plazas.
Con vistas a 2018
Permanecer en Toro Rosso le ase- gura su presencia en la F1 un año más, pero a la vez, en cierto modo limita su progresión. Porque con Ricciardo y Verstappen más que asentados en Red Bull, su ascenso al primer equipo se antoja poco probable a corto plazo. Por ello, si esta circunstancia no cambia, 2017 debería ser su último año en la fi- lial energética antes de dar el salto a otra escudería más potente. En esta misma ‘Silly Season’ Renault ha luchado hasta el final por hacer- se con sus servicios antes de decan- tarse por Nico Hulkenberg tras el ‘no’ de los de Milton Keynes. Red Bull no quiere perderle como bala en la recámara, pero si continúa creciendo como lo está haciendo, en 2018 ya habrá tocado techo y su salida (o ascenso) será inevitable