2. Super Sergi Roberto
Con la idea colectiva de marcar antes de que reloj y ansiedad se asociasen, el Barça entró en el segundo acto con más energía mental. En medio de las dos fronteras siempre se encontraba Messi por dentro a la espera de que Mascherano, Denis, Rakitic o el inconmensurable Sergi Roberto le entregaran la pelota. Y como podía suceder, el 10 arrancó, tiró de habilidad y posicionó a Suárez ante Ochoa pero sin acierto para el uruguayo. La suerte se la llevó Rafinha porque sirvió -el gol a Neymar- y siguió la acción para remachar con un zurdazo alto imposible para el guardameta mejicano.
Con el 1-0, parecía que podía cambiar el partido pero ni el Barça metió una marcha más ni el Granada quiso dejar el atrincheramiento