A medio gas y a por el City
A unque el Barça tiene encarrilado su pase a los octavos de final de la Champions, a juzgar por lo visto anoche en el Camp Nou, el equipo azulgrana está con la mente en asegurarse ya la primera plaza del grupo en la visita del martes al Ethiad Stadium. De entrada, Luis Enrique optó por dar descanso a Sergio Busquets y, probablemente, hubiera dejado a más de sus titulares en el banquillo de no ser por las numerosas bajas que afectan al equipo (Piqué, Alba, Iniesta y Arda). Pese a haber descansado durante la semana diez de los once jugadores que se enfrentaron ayer al Granada -solo Denis Suárez jugó la final de la Supercopa de Catalunya ante el Espanyol en Tarragona-, desde el primer minuto el Barça dio la sensación de ir a medio gas, como si tuviera ya la cabeza en la semana grande que tiene por delante: Manchester City y Sevilla. E l Granada, que llegaba a la Ciudad Condal como colista de Primera, salió a hacer lo que le marcaba el guión: defenderse con uñas y dientes para intentar arañar un punto. El Barça se estrelló contra la muralla que alineó Lucas Alcaraz, pero dio la sensación de querer desgastarse lo mínimo posible. El Bota de Oro Luis Suárez, que ayer ofreció el galardón a su afición, falló varias ocasiones claras, algo poco habitual en él; Leo entró menos en juego de lo que acostumbra y Neymar se estrelló contra el poste. Con el tridente ofuscado ante el gol, el Barça lo acabó rifando todo a la segunda línea. Rakitic, que completó otro partido magistral, ayer jugando de pivote, a punto estuvo de sorprender con un cabezazo. Rafinha, con una espectacular chilena, fue quien logró desencallar el marcador. Lo mejor de ayer, sin duda, los tres puntos que combinados con el empate del Sevilla en El Molinón, dejan al Barça segundo en la tabla, a un paso del Real Madrid. Poco o nada se parecerá el Barça de ayer al que se verá el martes ante el City, empezando por su tridente