Cincuenta y seis años desde el único Balón de Oro español
Luis Suárez lo recibió en 1960 y Andrés Iniesta es actualmente el único que puede romper la maldición
Ayer Luis Suárez ofreció su Bota de Oro al Camp Nou. En marzo se cumplirán 56 años desde que otro Luis Suárez, gallego en lugar de uruguayo, uno de los mejores interiores de la historia, recibió el único Balón de Oro de un futbolista español
Según una de las últimas entrevistas que concedió un mito del madridismo como Alfredo di Stéfano, nada sospechoso de hacer proselitismo de lo azulgrana, el gallego Luis Suárez es el mejor el mejor jugador español de la historia, junto a Xavi e Iniesta. Tres iconos de la historia del Barça. El primero rivalizó con el Madrid de Di Stéfano por la hegemonía en el fútbol español y fue el motor del Barça de Helenio Herrera, que logró ganar dos Ligas a aquel Madrid presumiblemente imparable en Europa. Dicen algunas crónicas que Di Stéfano admiraba a aquel gallego, al que habría intentado convencer para que fichase por el Madrid si se cansaba de la ‘guerra’ que la afición del Camp Nou había decidido declarar entre él y Ladislao Kubala.
Porque había sido cosa del público, que tenía tendencia a pitar a aquel joven gallego las veces que se equivocaba, que eran pocas. Kubala, según personas muy cercanas a él, quería a Suárez como a un hermano. El propio gallego lo ha explicado así en algunas entrevistas. Lo que pasa es que la afición del Barça, que ya en los años cincuenta tenía sus rarezas, no vio con buenos ojos que al liderazgo indiscutible de Laszy le saliese un competidor, un interior zurdo plenipotenciario que dirigía, regateaba, pasaba, presionaba y marcaba goles, a pesar de que por delante tenía a la mejor delantera del mundo, con Eulogio Martínez, Kubala, Tejada, Villaverde, más tarde Evaristo, Kocis y Czibor, Tejada, etcétera.
Un interior portentoso
Los socios primigenios del Camp Nou, los que inauguraron el estadio en 1957, incluso los que le silbaban, saben que Di Stéfano tenía razón, porque se trata del mejor futbolista español de todos los tiempos. Los que no hemos tenido la suerte de haber nacido quince años antes sabemos de él por referencias, por haber visto por la tele actuaciones suyas en el Inter y, sobre todo, por una exhibición que legó a la memoria colectiva gracias a Youtube y al archivo de TVE, que retransmitió el partido el 31 de mayo de 1961. Pese a la derrota por 3-2 ante el Benfica, el partidazo de Luis Suárez en la final de Berna es antológico, una obra de arte, en su último partido como azulgrana antes de fichar por el Inter de Milán, donde se encontraría con Helenio Herrera. (Paréntesis: con HH Kubala sí tenía diferencias, pero a Suárez le quería como un hermano y le ayudaba).
Luis Suárez, que había llegado al Barça en 1954 procedente del Deportivo, recibió el Balón de Oro correspondiente al año 1960 en marzo de 1961, en los prolegómenos de un partido de cuartos de final de la Copa de Europa entre el Barça, que en octavos había eliminado al Madrid, y el Spartak Hradec Kralove checo. Tras el partido, Mundo Deportivo
recoge en su edición del 9 de marzo de 1961 la seriedad de Suárez por un golpe recibido durante el partido. Tal vez ya sabía
que podía irse del Barça a final de temporada.
La cuestión es que aquel Balón de Oro que recibió Luis Suárez en 1961 es el único que ha recibido hasta ahora un futbolista español. Una injusticia que dura ya 56 años. Ahora que se ha conocido la lista de aspirantes de 2016, un manchego puede romper esa injusticia: Andrés Iniesta, también del Barça. Di Stéfano dio dos nombres para acompañar a Suárez como mejores españoles. Los dos, barcelonistas. Uno, Xavi, ya no llega a tiempo, pero Iniesta tal vez sí.
Tres ganadores merecidos
Los dos deberían haberlo ganado en algún momento de los últimos ocho años, pero Messi es muy bueno y Cristiano tiene mucho marketing detrás. Y un tercero: también debería haber roto esa injusticia con el fútbol español el madridista Raúl. Ahora Iniesta puede soñar con el premio. ¿Por qué no? Luis Suárez es tan generoso que en 2015 cedió su Balón de Oro al Museu del Barça. Iniesta estuvo en la ceremonia. ¿Premonitorio?