POLÉMICO TRIUNFO
Venció al Alavés con la labor arbitral bajo sospecha tras conceder dos penaltis dudosos a los de Zidane Cristiano Ronado fue el protagonista del partido al marcar un ‘hat trick’ y fallar una pena máxima
El Real Madrid ganó en Vitoria ante un Alavés muy valiente, trabajado y que hizo muchos méritos para, como mínimo, empatar. Sin embargo, este triunfo blanco deja un cierto tufo a sospecha, a polémica por la labor arbitral que marcó el devenir del partido, sobre todo en la primera mitad. No hay que ampararse en eso para justificar la victoria blanca, pero también es bueno reconocer que el señor José María Sánchez Martínez fue decisivo para que el Real Madrid empatara un encuentro que no pintaba nada fácil para sus intereses.
El Alavés, con una defensa de cinco, taponó todas sus grietas defensivas obligando al Real Madrid a jugar en horizontal y, por lo tanto, sin peligro. Los blancos, que volvieron a hacer gala de una debilidad defensiva preocupante, fallaban atrás y en una de esas, concretamente de Danilo, Theo se fue como una bala a la meta blanca, puso un centro en el que falló Keylor y pero que Deyverson no. Era el minuto seis y el Alavés ya ganaba por 1-0. El Real Madrid, con todas sus figuras desaparecidas, no sabía qué hacer y en ese instante apareció el colegiado para provocar el empate blanco. Falta en la frontal que lanza Bale, la pelota acaba en saque de esquina y cuando todos se preparaban para esa acción, el colegiado mostró una amarilla a Deyverson por mano y penalti a favor del Real Madrid. Una pena máxima que sólo vio el colegiado porque ningún jugador blanco la reclamó y que Cristiano transformó en el 1-1 en el minuto 17 para enfado de un Mendizorroza de uñas con el portugués. El luso había acabado con su ansiedad, con su sequía y, encima, tenía la suerte de lado porque en el minuto 33, un disparo suyo rechazó en Feddal y acabó batiendo a Pacheco. El Real Madrid, sin hacer nada, había remontado el partido con polémica y suerte.
El Alavés buscó el empate hasta el descanso y lo rondó aprovechando lo mal que está la zaga blanca –sin Pepe que se retiró lesionado y entró Nacho– , pero no encontró el empate. Tras el descanso, el equipo local salió a por todas y acarició el empate, pero Keylor Navas lo evitó arreglando su tremendo error en el 1-0 del Alavés. El de Costa Rica era el mejor de un Real Madrid que estaba jugando mal y que no podía ante un Alavés con más fe en la victoria y con más fútbol. Los blancos sufrían hasta que en el minuto 78 volvió a aparecer el colegiado para señalar un penalti dudosísimo. Esta vez, Pacheco se lo paró a Cristiano y Mendizorroza, el Alavés mantenía la fe en la remontada, pero todo se acabó en el minuto 84 cuando Morata, que había entrado por Benzema. puso el 1-3 al culminar un pase largo de Marcelo.
Ese tanto sí acababa con un partido tenso que aún se puso más con el 1-4 de Cristiano Ronaldo en el minuto 88. La grada explotó aún más contra el portugués y el Real Madrid y fruto de ese nerviosismo, se acabaron produciendo peleas en una parte de la grada de Mendizorroza. Así, con ese ambiente y con Cristiano Ronaldo llevándose el balón, finalizó un partido en el que el Real Madrid acabó goleando pero que no hizo méritos para eso. Un triunfo envuelto en la polémica arbitral y que acabó con tres puntos más y con Cristiano Ronaldo poniendo fin a su tan manida ansiedad
Flojo partido del Madrid que, a pesar del resultado, sufrió para vencer