Higuaín derrota al Nápoles
El ‘Pipita’ consolida al líder Juventus con un gol a su exequipo que no celebró
Gonzalo Higuaín tenía que ser. Un gol del ‘Pipita’ derrotó al Nápoles, en su reencuentro tras irse en julio por 90 millones de euros, y dio un importante 2-1 a la Juventus que le consolida en cabeza de la Serie A con 5 puntos más que la Roma (hoy visita al Empoli).
Higuaín llevaba 4 jornadas sin marcar y puso fin a su sequía para decidir el gran duelo entre el pentacampeón Juve con el tercer clasificado, un Nápoles que, tras el subcampeonato de la pasada temporada, necesitaba un triunfo para volver a soñar con el título. Su defensa Faouzi Ghoulam fue la cruz al dar involuntariamente las asistencias de los goles locales.
La primera parte fue intensa y disputada, pero a la vez táctica y sin apenas ocasiones. La Juve no encontró la fluidez para crear peligro a un Nápoles sólido que tampoco le asustó. Higuaín tuvo la mejor ocasión de este periodo. Khedira le puso un buen balón y Chiriches, providencial, desvió el remate del ‘Pipita’. Antes del descanso la Juve perdió a Giorgio Chiellini debido a una lesión muscular y Massimiliano Allegri reorganizó a su equipo dando entrada a Cuadrado y pasan- do a una defensa de cuatro.
En la reanudación una jugada desgraciada de Ghoulam cambió el partido. El lateral conectó mal un despeje tras un córner, elbal´on se salió hacia atrás y Bonucci, solo, fu- silar con una volea a Reina.
El Nápoles devolvió el golpe acto seguido. Insigne abrió con un pase preciso hacia la banda derecha, donde irrumpió Callejón para co- nectar otra espectacular volea. Es el 7º gol del granadino, los mismos que logró en toda la pasada Serie A.
El partido se rompió y ambos equipos depararon un toma y daca vibrante que decidió Higuaín con un golazo que no celebró. El ‘Pipita’ picó un balón hacia el área, Ghoulam se anticipó a Khedira y el despeje le cayó a la perfección al argentino para conectar una volea por raso con la zurda. El exmadridista se lo dedicó con un gesto a su amigo Dybala, en el banquillo por lesión, y al final sí celebró con sus compañeros el triunfo corriendo, cogidos de la mano, hacia un fondo del estadio. Antes del partido se abrazó a Maurizio Sarri, técnico del Nápoles