Cada día mas lejos del París Saint-Germain
Quien iba a decir a principios de temporada que Marco Verratti estaría con un pie y medio fuera del Paris Saint-Germain. Si hace unos meses las declaraciones eran de amor eterno a la entidad francesa ahora, por la gestualidad y palabras de jugador y Mino Raiola, su representante, parece que la relación está a punto de romperse.
La culpa la tiene la relación que se ha creado con Unai Emery. No han encajado nada entre ellos y la sinergia es nula. Ya no le gustó al centrocampista italiano, uno de los futbolistas con más mercado del momento, su nuevo rol dentro del equipo, lejos del doble pivote y más adelantado, siendo el nexo entre delantera y centro del
campo. El ex del Pescara no había jugado allí nunca y se notó. No brillaba lo mismo y su protagonismo e influencia en le juego disminuyó preocupantemente.
Emery no ha sabido gestionarlo y es el gran señalado. Sacó de su posición a Verratti y, cuando lo ha devuelto, no ha sabido interpretar lo que supone el futbolista para el juego del PSG, y ya son comunes sus sustituciones en la media parte. Se han vivido dos episodios seguidos en el que el italiano se marcha del terreno de juego tapándose la boca con signos de enfado y, ante el Marsella, no dudó en señalar al técnico vasco preguntando si “¿él ha dicho que lo he hecho mal?”.
La cuerda está tensa y a punto de reventar. En Francia se muerden las uñas mientras que en el resto de Europa se frotan las manos esperando a que empiece la puja por el fichaje de uno de los mejores centrocampistas del mundo. Es raro, pero Emery no ha sabido ver que en Verratti se esconde un jugador de enorme talento, que en ocasiones incluso recuerda a Xavi Hernández. Pero no solo destaca por su carácter de distribuidor. Por si no fuera suficiente, su carácter competitivo lo hace un buen defensor, que se presta a la ayuda siempre que su equipo lo necesita y no da un balón por perdido. Que empiece la puja