Mi recuerdo
En mi época, viajar a Inglaterra siempre fue sinónimo de ir a sufrir. Los ingleses, con su fútbol de fuerza y épica, eran capaces de crear una atmósfera en sus estadios que intimidaba. Recuerdo especialmente dos eliminatorias muy dolorosas. Una, la semifinal ante el Leeds de la Copa de Europa 1974-75, el año después de nuestro triunfo en la Liga. La afición y nosotros mismos estábamos muy ilusionados con la Copa de Europa, un título que el Barça no tenía y que sólo se jugaba cuando eras campeón de Liga, no como ahora. 2-1 esperanzador allí y un empate decepcionante en casa para quedar fuera.
El otro mal trago fue el de la semifinal de la UEFA 75-76, ante el Liverpool, un año después. Caímos eliminados a pesar de un gran partido de vuelta, que empatamos 1-1. Ellos habían ganado aquí por 0-1