UN DURO PEAJE
Las lesiones están siendo un factor decisivo para los equipos que disputan la nueva Euroliga La dureza del calendario está haciendo mella y algunos clubs ya se plantean tomar medidas
Las lesiones se están convirtiendo en estas primeras semanas de temporada en un problema para la gran mayoría de equipos que compaginan sus competiciones domésticas con la nueva Euroliga, que tiene programadas a lo largo de la presente campaña cinco jornadas dobles entre semana, algo que provoca que los que participan en ella puedan llegar a jugar cinco partidos en periodos de tiempo diez u once días. La exigencia del calendario está haciendo mella, especialmente en las escuadras cuyas ligas nacionales son más competitivas, como puede ser la española, porque no hay posibilidad de dar descanso o de dosificar a los jugadores importante de la plantilla. El Barça, por ejemplo, ha disputado 14 partidos en los últimos 38 días, incluido un periodo en el que ha jugado cinco en 10 días, pero no es un caso aislado, ya que es un ritmo de competición que la mayoría de equipos está asumiendo. Una de las consecuencias negativas ha sido el elevado número de problemas físicos de los jugadores, en gran medida porque la temporada está en sus pri- meros compases y los equipos no tienen todavía afinado su punto de forma para resistir un ritmo tan intenso. Cuando sólo llevamos cuatro jornadas de Euroliga ya se han registrado lesiones graves de jugadores importantes como pueden ser Pau Ribas ,Juan Carlos Navarro y Justin Doellman, del Barça, Bogdan Bogdanovic (Fenerbahce), Coty Clarke y Anton Ponkrashov (Unics Kazan), Andrea Bargnani (Baskonia), Jayson Granger (Anadolu Efes) o Milan Macvan (Olimpia Milan), que han caído bien en la competición europea o en la nacional.
Varios jugadores ya alertaron de ello al inicio de la campaña. Rudy Fernández, alero del Real Madrid, declaró en su día que “son muchísimos partidos, muchos viajes. Se nos va a hacer muy largo y muy duro”, mientras que su compañero de equipo, Felipe Reyes, apuntó que “son muchos partidos y hubiese preferido otro tipo de competición, pero los que mandan han decidido que sea así. Creo que para los jugadores, en mi opinión, no es muy bueno tanto partido”.
Una vez iniciada la competición han sido los entrenadores los que han alzado la voz para expresar sus quejas. Recientemente, Andrea Trincheri, entrenador del Brose Baskets de Bamberg, manifestó que “lo que está pasando es que... ¿Sabes cuántas lesiones se están produciendo en esta Euroliga? En cada partido hay al menos tres o cuatro jugadores que se lesionan. Granger, Bogdanovic... No estoy hablando de los jugadores número 10 u 11 de la plantilla, sino de grandes nombres”. Por su parte, Georgios Bartzokas, técnico del Barcelona Lassa, consideró que “veo muchos jugadores lesionados, porque la Euroliga está intentando ser como una NBA, con 82 partidos por temporada, pero sin las condiciones que hay en la NBA” y añadió que “con este calendario de la Euroliga necesitamos 15 jugadores en cada plantilla, Es una cuestión del tiempo de recuperación física de los jugadores, especialmente en ligas como Turquía, Rusia o España, no es normal jugar tres partidos en cinco días, incluyendo viajes”.
Las lesiones, lógicamente, no son algo bueno para las competiciones. Desde luego, no para los jugadores, que ven como ese ritmo frenético acorta sus carreras deportivas. Tampoco probablemente para los clubs, que necesitan hacer plantillas muy largas con el consiguiente gasto extra de personal. Y tampoco desde el punto de vista del aficionado, que ve que los jugadores a los que quiere ver no están disponibles o que juegan pocos minutos para dosificar sus esfuerzos.
Pensando en la desconexión
Se trata, en definitiva, de una situación con mala solución debido a la voluntad de la Euroliga de aumentar su número de partidos y a la nula predisposición por parte de los diversos actores del basket europeo de armonizar los diferentes calendarios de las diferentes competiciones. Para los equipos la solución es configurar plantillas muy amplias para ir repartiendo minutos y dosificando fuerzas. Tampoco es de extrañar que algunos grandes clubs, especialmente aquellos que compiten en ligas naciones más flojas, se estén planteando disputar sólo la Euroliga y renunciar totalmente o en parte a su competición doméstica con diversas posibles fórmulas. Para los jugadores, la solución es, simplemente, intentar no lesionarse