Inseguridad jurídica
Es difícil demostrar que hay una campaña contra el Barça pero la persecución en el ‘caso Neymar’ habla por sí sola. Los 40 millones que el Barça pagó a los padres de Neymar como compensación por el fichaje para el club azulgrana cuando acabase contrato con el Santos y, por tanto, fuera único propietario de sus derechos han tributado en Brasil (32%) por impuesto de sociedades al considerarse una transacción mercantil. En Barcelona, esos mismos 40 millones han tributado al (45% IRPF) al considerarlos sueldo por Hacienda y la Audiencia de Barcelona. Y en Madrid, esos mismos 40 millones pretenden considerarlos ahora traspaso por la Audiencia Nacional para cursar la acusación de DIS, propietaria del 40% de los derechos económicos sobre el precio del traspaso. Un mismo pago está siendo calificado jurídicamente de tres maneras diferentes. Y ya ha tributado dos veces, en España y en Brasil, a pesar de que hay un convenio entre ambos países para evitar la doble imposición.
El juez De la Mata, que en julio archivó la denuncia de DIS por no encontrar indicios de delito, ahora reabre el asunto por “obediencia” al considerar que ese acuerdo Barça-jugador “habrían alterado el libre mercado de fichajes de acuerdo a las reglas de la libre competencia”. Que Neymar estuvo en el mercado lo demuestra que el Real Madrid intentó ficharle y Florentino no dijo que fuera imposible sino que la operación costaba muchos millones porque debía asumir el pago de los 40 millones para romper el acuerdo entre Neymar y Barça. Es el precio de llegar tarde. Florentino hizo lo mismo con Figo cuando vestía de azulgrana. Le firmó un contrato privado adelantándole un dinero a cambio de comprometerse a fichar por el Madrid y si el portugués se echaba atrás debía indemnizarle. Si el Atlético u otro club lo hubiesen querido fichar ese verano no solo debían abonar la cláusula de rescisión al Barça sino indemnizar al Madrid para romper ese acuerdo privado. Es lo mismo y entonces no pasó nada.
Aunque otros clubs hubieran ofrecido más dinero al Santos, la operación se hizo con el Barça porque en un traspaso las tres partes (club vendedor, club comprador y jugador) deben tener la misma voluntad y la de Neymar era la de ir al Barça, por mucha inseguridad jurídica que esté creando la justicia española