Una tarjeta sin sentido común
Messi sufrió una entrada por detrás. Le rompieron su bota. Mientras la intentaba arreglar, el árbitro le sacó una tarjeta amarilla por perder tiempo. La decisión del colegiado no fue de sentido común. Hubiera sido más racional esperar a que se calzara de nuevo y descontar al final del partido el tiempo perdido. El colegiado Jaime Latre se equivocó dos veces. La primera enseñando la tarjeta a Leo y la segunda prorrogando solo tres minutos (los de los cambios) el partido. Con lo fácil y justo que hubiera sido dejar tranquilo al argentino y alargar el ‘match’ seis minutos FOTO: P. Puntí