Bullabesa para Zubizarreta
El director deportivo del Olympique de Marsella se acopla a su nueva ciudad
Andoni Zubizarreta, 55 años, vasco de Vitoria-Gasteiz, leyenda viva y patrimonio del FC Barcelona y del fútbol español, se está amoldando a su nueva vida en Francia. A finales de octubre, Zubizarreta fichó por el Olympique de Marsella como director deportivo y su vida ha cambiado por completo desde entonces.
En su nuevo trabajo, el ex director técnico del Barça y ex comentarista de beIN Sports, deberá manejar un presupuesto de 200 millones de euros. Zubi tiene tres años por delante para colocar de nuevo al OM en la cúspide del fútbol francés y hacer bueno el cántico marsellés que resuena en el Stade Vélodrome: “À jamais les premiers” -Los primeros para siempre-.
Zubizarreta, que sustituye en el cargo al belga Gunter Jacob, casi tiene más títulos de los que el OM ha cosechado en toda su historia. El nuevo propietario del OM, el bostoniano Frank McCourt, fue quien dio luz verde a su fichaje y al del nuevo entrenador, Rudi Garcia, procedente de la AS Roma. McCourt, que llegó a controlar Los Angeles Dodgers, tiene un objetivo con el OM: “Ganar la Liga 1, ganarla varias veces y finalmente ganar la Champions”.
Ante tal reto, Zubi deberá llevar a cabo un trabajo perfecto, porque los objetivos de su nuevo club son ciertamente ambiciosos.
Cuentan que McCourt y Zubizarreta degustaron una bullabesa hace unos pocos días. La bouillabaisse, la consistente sopa provenzal, no debió dejarles indiferentes ya que se trata de un plato contundente: agua hervida con especias -boulliry con desecho de pescado y marisco -baisse-. Es tal la fama de esta sopa que incluso existe una historia mitológica alrededor de ella. Venus, celosa de Anfitre, le ofreció una bullabesa a Vulcano, evitando así el encuentro de este con Anfitre entre las olas marinas.
Amante de la gastronomía, intelectual, honrado, bonachón, estudioso del fútbol y seguidor de la libreta Cruyff, Zubizarreta tiene un trabajo enorme en el OM. Desde que dejó el Barça, aquel 5 de enero 2015 en el que pagó la resaca de Anoeta y el vicepresidente Jordi Mestre le comunicó la rescisión de su contrato, Zubi ha seguido dando vueltas al modelo de fútbol que le fascina y que implantó en el Barça.
En su CV más reciente y bajo el epígrafe FC Barcelona están ni más ni menos que Mascherano, Neymar, Alba, Sergi Robert, Suárez, Ter Stegen y Rakitic. En el OM, Zubizarreta deberá acertar y crear una cantera sostenible de la que florezcan nuevos valores.
No es la primera vez que el OM mira hacia el sur para buscar ayuda. Javier Clemente fue entrenador del OM en la liga 2000-2001, y más recientemente lo fue Míchel González, el ex jugador del Real Madrid, entre agosto de 2015 y abril de 2016. En el OM jugaron Alfonso Pérez y Fernando Morientes y en su página web se puede leer en castellano.
El OM se inspira en España desde hace tiempo. En Marsella ven el Barça como un equipo que se ha desarrollado y llegado a la excelencia en una ciudad que no es la capital de un Estado. De alguna forma, el OM quiere ser el Barça de la Liga 1 y desbancar al poderoso e intratable Paris Saint-Germain, algo que el OM consiguió en gloriosas épocas anteriores junto al Mónaco y Olympique de Lyon.
Los primeros pasos de Zubizarreta en Francia han coincido con los resultados típicos de un equipo situado en mitad de la tabla. El pasado día 4 de noviembre fue chocante verle durante la retransmisión del Montpellier SC-OM, sentado en la grada siguiendo las evoluciones del juego. Su nuevo equipo perdió por 3-1. La primera derrota de la era McCourt.
Pero la labor de Zubizarreta no se juzgará hasta bien entrada la próxima temporada. Para entonces habrá tenido que ayudar a Rudi García a crear un equipo con aspiraciones y repetir los aciertos que sí tuvo en el FC Barcelona, como se ha demostrado desde el día que pagó la derrota humillante de un equipo que no entrenaba y que, cosas del destino, terminaría por tocar el cielo gracias a su planificación
Zubi tiene ante sí uno de los retos más interesantes y complejos de su dilatada carrera