Una desigualdad flagrante
En un día como hoy, con Leo Messi fuera del próximo Mundial de Rusia de 2018, a muchos aficionados al fútbol, sobre todo si son madridistas, les parecerá una opinión oportunista. Pero es una realidad indudable que la distribución de plazas de la FIFA, desde que arrancó el formato de 32 países en la edición de Francia’98, es desigual y perjudica notablemente a una de las confederaciones, la Conmebol.
Ocho selecciones, Brasil, líder de la liguilla sudamericana con 24 puntos, Uruguay (23), Colombia (18), Ecuador (17), la doble campeona de América, Chile (17), la vigente subcampeona del mundo, Argentina (16), Paraguay (15) y Perú (14), se juegan solo cuatro de los 32 billetes a Rusia, aunque el quinto se reenganchará con casi toda seguridad porque se medirá en una eliminatoria a ida y vuelta contra el débil campeón de Oceania. Estas cuatro plazas de la Conmebol son ¡once menos¡ que las europeas (15, 13 en disputa más el anfitrión, Rusia, y el campeón, Alemania).
Pero lo más flagrante es que Sudamérica cuente con un representante menos que África y solo uno más que Asia o la Concacaf (Norte y Centroamérica). En los últimos tres Mundiales, por ejemplo, solo un conjunto africano (Ghana en 2010) y centroamericano (Costa Rica en 2014) han alcanzado los cuartos de final, mientras que para encontrar un asiático debemos retroceder hasta 2002, con la anfitriona Corea del Sur. Nada que ver con la creciente relevancia de los países sudamericanos: Brasil, Colombia y Argentina disputaron los cuartos del Mundial de 2014 y Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay fueron mayoría en 2010. Pero como ocurre tantas veces en el fútbol, la política va por delante del juego y Sudamérica tiene a Messi, Neymar, Suárez, James, Coutinho, Higuaín, Cavani… pero solo diez votos en la elección del presidente de la FIFA. Esta enorme desigualdad en los criterios de clasificación no esconde el pésimo momento que atraviesa la Argentina de Messi, evidenciada por Neymar, Coutinho, Gabriel Jesús y cía. Con mucho talento en un ataque liderado por el número uno, pero con una defensa de juguete, ocho seleccionadores en los últimos doce años y ningún título desde hace ¡23 años!, la Copa América de 1993, la albiceleste navega sin rumbo. Irá a Rusia, pero difícilmente como aspirante al título
Sudamérica tiene una plaza menos que África y solo una más que Asia