Un contrato de dos meses parece buena solución
Rodrigo De la Fuente, ante la baja de Doellman y de Claver, se decidió a fichar Jonathan Holmes para jugar de pivot bajo o de alero alto en el equipo de Bartzokas. Como estas dos bajas se iban a recuperar en un período entre cuatro y seis semanas, a Holmes se le hizo un contrato de tan sólo dos meses. Con la posibilidad, eso sí, de alargarlo hasta final de temporada en función de su rendimiento. Y, la verdad, es que el jugador norteamericano está aprovechando sus minutos y se lo está currando para seguir. Ayer, en el pésimo partido del Barça en Grecia, Holmes fue de lo único que se salvó de la quema. Como ya pasó en Murcia, salta a la pista enchufadísimo. Ante el UCAM, y en tan sólo un minuto, había metido cinco puntos, había cogido dos rebotes y había puesto un tapón. Ayer, también metió el primer triple en el primer ataque del Barça y, al final, terminó con 13 puntos, 9 rebotes y un montón de garra puesta en la pista. Tiene muy buena mano y, aunque a veces vaya a remolque de los sistemas que tiene que aprender a toda pastilla, aporta más que un Perperoglu irreconocible.