SECOS EN ATAQUE
El Barça firma una floja actuación ofensiva con sólo 52 puntos ante el Olympiacos en El Pireo El conjunto azulgrana no consiguió superar la dura defensa rival y siempre fue a remolque
El Barça se quedó seco en El Pireo en su compromiso de Euroliga frente al Olympiacos, tan seco que sólo anotó 52 puntos con unos porcentajes del 35,1 % en tiros de dos puntos y de 26,7% en triples, agravado todo ello por sus 17 balones perdidos (y sólo 4 recuperados), unos números que reflejan las tremendas dificultades para anotar canastas que tuvo ayer el equipo azulgrana ante el cuadro ateniense.
Eso es algo que en parte es achacable a errores propios, porque se necesitaba que bastantes jugadores del equipo estuvieran inspirados y eso no ocurrió, a lo que hay que sumar lógicamente el hecho de las ausencias ya conocidas de anotadores importantes como Juan Carlos Navarro o Justin Doellman. Y también es algo imputable al Olympiacos, que planteó una defensa extremadamente dura y física y sacó provecho de ello.
El griego Georgios Bartzokas, actual entrenador azulgrana, fue recibido antes del partido con aplausos y una placa conmemorativa para homenajear su título de la Euroliga conseguido con el conjunto de El Pireo en 2013. A partir de ahí el Olympiacos no tuvo la más mínima contemplación ni con su ex técnico ni con ningún rival. Con Vasillis Spanoulis marcando la pauta en ataque, puso el listón físico tan alto que el Barça no tuvo nunca la fluidez necesaria para sentirse mínimamente cómodo. Cada ataque de los azulgrana era un martirio y anotar suponía superar constantemente un bosque de manos y cuerpos que lo impedían.
Los árbitros, con el conocido Luigi Lamonica al frente, asintieron y dejaron seguir, así que el Barça replicó con las mismas armas. Sin embargo, la batalla física pasó más factura al cuadro barcelonista que a su rival, que tomó la delantera en el marcador y la mantuvo en todo momento. El se- gundo cuarto fue especialmente importante, porque el Barça sólo anotó 9 puntos y perdió 6 balones, igualando la anotación más baja del equipo en esta Euroliga en un cuarto. No es de extrañar, así pues, que tras un 23-21 el Olympiacos se embalara hasta un 39-28 y luego un 49-38, 11 puntos que en un partido normal no serían una diferencia insalvable, pero que en éste, con puntos que subían al marcador con sangre, sudor y lágrimas, sí lo parecían.
La irrupción anotadora de Tyrese Rice tras el descanso dio aire ofensivo al Barça, que se colocó a cinco puntos (39-34), pero se necesitaba más, bastante más para superar al Olympiacos en su ambiente y sólo dos jugadores superaron la decena de puntos, siendo uno de ellos Jonathan Holmes, que acaba de llegar.
El Barça, en definitiva, demostró que es sólido y a nivel de resultado caer por siete puntos en El Pireo entra dentro de cierta lógica, pero también quedó claro que necesita recuperar lesionados y reforzarse si quiere tener opciones más claras de victoria en batallas importantes y en escenarios complicados