Un castigo productivo
Es hijo de padres senegaleses pero nació en Arbúcies y se formó en La Masia en una de las mejores generaciones de su historia, la del 95 que en el verano de 2010 ganó la Nike Premier Cup en Old Trafford con Bellerín, Grimaldo, Sandro, Samper, Ondoa o Toral entre muchos otros. Pocos días después de aquel éxito, una serie de indisciplinas le llevaron cedido, como castigo, al Cornellà, donde se salió marcando 47 goles en el Cadete A. El Barça se replanteó su vuelta, pero el extremo aceptó iniciar una nueva vida en la Lazio. Desde entonces, todo le ha ido rodado. Debutó en el primer equipo con 18 años, desde hace tres temporadas es indiscutible en la plantilla y en la actual suma cuatro dianas y es el segundo máximo realizador del equipo, por detrás de Ciro Immobile. La Federació Catalana le ha dado el premio, con justicia, de Jugador Revelación del Año. ¡Felicidades!