FRONTÓN KAMENI
El Barça, sin Messi y Suárez, se estrelló en el cerrojazo del Málaga, que tuvo en el meta camerunés a su principal bastión El conjunto azulgrana aceleró en los minutos finales, con el liderazgo de un gran Piqué al que anularon un gol legal
Carlos Kameni fue ayer el pilar principal del muro en el que el Barça estrelló ayer sus ilusiones de lograr el triunfo con el que debía poner presión en el derbi madrileño. No es la primera vez que el camerunés se convierte en un coloso en el Camp Nou, un escenario que le hace crecer y crecer. Ayer fue el cerrojo final de la barrera que dispuso Juande Ramos para impedir el triunfo azulgrana. Hasta el final el Barça buscó el gol ante el camerunés, que ya en el descuento y después de haber fingido durante varios minutos una lesión, lució reflejos felinos para sacar un remate de Neymar de manera increíble y un doble remate de Arda Turan y André Gomes. Las ausencias de Luis Suárez y, a última hora, de Leo Messi, pesaron demasiado en un Barça que empezó lento y que cuando subió una marcha se quedó sin tiempo y topó con Kameni. Un gol legal anulado a Piqué, el mejor del Barça, puso la guinda.
El partido fue un monólogo del Barça, aburrido al principio y en plan épico al final. El Málaga se atrincheró con dos líneas de cinco y cuatro y dejó solo arriba a Sandro, que bastante hizo con escaparse un par de veces y probar desde lejos. En el tramo final, ya con uno menos y a la desesperada, el Málaga resistió a base de triquiñuelas y pérdidas de tiempo inaceptables, sobre todo cuando a Messi los comités no le quitan una tarjeta por pérdida de tiempo en una jugada en la que le dejaron sin bota.
Contra ese frontón, el Barça fue incapaz de conseguir situaciones claras de dos contra uno. En el primer tiempo, toco, tocó y tocó en busca de grietas o de algún pase entre líneas. Pero con lentitud. Las mejores acciones llegaban por obra y gracia de Sergi Roberto, con buenas combinaciones con Arda por la banda derecha. Pese a ese ‘catenaccio’, hasta siete veces pudo llegar el 1-0. Pero unas veces porque el chut final estuvo desatinado, como en sendas ocasiones de Arda y Rafinha tras acciones de Neymar y Sergi Roberto, y otras por Kameni, el Málaga mantuvo el 0-0 y fue haciendo el partido cada vez más cuesta arriba. El meta camerunés evitó el gol en un remate de Piqué, que recogió un balón muerto en el área, a la salida de un córner, y en un chut de Rafinha desde la frontal tras centro de Neymar.
El brasileño no fue capaz de desempeñar el rol de Leo Messi , a pesar de que lo intentó. Poca fluidez en su juego y un exceso de intermitencias. Tras el descanso mejoró y fue de los que más achuchó. En cuanto a Paco Alcácer, tras una ocasión a los diez minutos en que no remató bien un pase de la muerte de Sergi Roberto, literalmente desapareció entre los centrales. El ‘nueve’ del Barça, en los últimos minutos, fue Piqué.
El capítulo final
El Málaga jugó con diez algo más de veinte minutos. Una entrada durísima de Llorente sobre Neymar fue castigada justamente con roja directa, porque Neymar salía disparado hacia Kameni. Y porque la coz fue brutal, por detrás y a saco. Era una fase del partido en la que el Málaga había salido tímidamente de la cueva, con un gran susto incluso en una mala salida de Ter Stegen. La expulsión devolvió las cosas al punto de partida.
Con uno más el Barça apretó el acelerador. Rakitic, que entró en lugar de Denis, cabeceó desviado y, poco después, Piqué marcó, pero su gol fue invalidado por juega de juego. André Gomes, otro de los relevos, había tirado al palo en buena posición y Gerard, llegando desde atrás, remató a gol. Fuera de juego inexistente. Poco después, Gerard fue objeto de un claro penalti al ser agarrado en el área pequeña al ir a rematar. Nada.
En los minutos finales, con Piqué liderando la ofensiva, hubo de todo. El Málaga perdió tiempo de todos los modos posibles e incluso Kameni se pasó varios minutos en el suelo. Después, pese a la supuesta lesión, paradón ante Neymar ya en el descuento y, en el último achuchón, en sendos remates de Arda y Gomes. Séptimo punto que se escapa del Camp Nou y, sobre todo, ocasión de oro desperdiciada para ponerse líder