La final del no va más
Murray y Djokovic cerrarán hoy (19.00 h/Movistar+) la temporada con el mejor partido posible jugándose el Masters y el nº 1 final del año
Novak Djokovic se comió ayer a Kei Nishikori en la segunda semifinal del Masters por un doble 6-1 en 66 minutos para unirse a Andy Murray en una final de ensueño. El serbio, dominador de la primera parte del año, y el escocés, el mejor desde el verano, cerrarán hoy (19.00 h/Movistar+) la temporada con la final del no va más, inmejorable al reunir a los dos mejores tenistas de 2016 jugándose el título de ‘maestro’ y el nº 1 final del año.
Todas las dificultades que encontró Murray en la primera semifinal contra Milos Raonic –5-7, 7-6 (5) y 7-6 (9) tras una maratón de 3h.38’– fueron facilidades para Djokovic frente a Nishikori, desubicado desde el juego inicial. Djokovic domina a Murray (24-10) en sus enfrentamientos previos, incluyendo cinco de los seis últimos.
Además, desde que Andy ganó a ‘Nole’ su primera final de Wimbledon en 2013, el serbio ha vencido al británico en 13 de sus 15 partidos. Murray sólo ha roto esa racha en la final de los Masters 1.000: Canadá’2015 y Roma’2016. Hay motivos para apostar por cualquiera como campeón. Novak dio ayer argumentos para pensar que puede recuperar el nº 1 y acabar como rey del tenis por quinta temporada en su carrera (2011, 2012, 2014 y 2015).
Estado de plenitud
Murray está jugando los últimos meses el mejor tenis de su vida. Sus 23 victorias consecutivas en el circuito hablan de ese estado de plenitud que le ha llevado a alcanzar por primera vez el nº 1. Sin embargo, Djokovic está mostrando esta semana que ha venido a Londres para recuperar el trono mundial e igualar el récord de seis títulos de ‘maestro’ que posee Roger Federer. ‘Nole’ está empatado a cinco con Sampras y Lendl, el actual técnico de Andy, tras triunfar en 2008 y las últimas cuadro ediciones (2012, 2013, 2014, 2015).
El balcánico apenas se desgastó en semifinales (1h.06’ contra Nishikori), todo lo contrario que Murray, que necesitó 3h.38’ para doblegar a Raonic, el partido del Masters al mejor de tres sets más largo desde 1991, cuando empezaron a computarse las estadísticas. El propio Murray y Nishikori habían batido esta semana en la liguilla ese récord (3h.21’). El escocés lleva mucha tralla encima y ese factor puede tener su peso esta noche según se desarrolle la final.
La semifinal de Djokovic fue un monólogo en el que Nishikori no dijo casi ni mu. El japonés tiene tiros durísimos, pero empezó muy fallón con su derecha y facilitó las cosas al serbio, que voló hacia la victoria al colocarse 4-0 en ambas mangas antes de cerrarlas por 6-1.
Murray, en cambio, necesitó un partido épico contra Raonic en el que salvó incluso un ‘match-ball’ con 8-9 en el último tiebreak. Milos estuvo 7-5 y 2-1 con ‘break’ arriba. Tenía tocado a Murray, peleándose consigo mismo una y otra vez, pero le dio vida al ceder su saque en blanco para 2-2. El escocés dio un paso adelante y salió vencedor de la lucha emocional y tenística en su cuarto punto de partido