El acto del mal menor
Una buena noticia, para el Barça, en el ámbito judicial. El culebrón de pleitos y sonrojos del fichaje de Neymar va llegando a su final. La Audiencia Provincial de Barcelona desestimó ayer el recurso presentado por Joan Laporta para intentar frenar, en la última curva, el pacto de conformidad entre el Barça, la Fiscalía y la Abogacía del Estado por el caso Neymar I. Anteriormente, ya el juzgado número 22 de Barcelona ya había rechazado el recurso del expresidente. El escrito de la Audiencia ayer deja claro que los argumentos con los que se pretendía parar y desactivar el pacto que cierra definitivamente el largo proceso por el fichaje de Neymar no se sustenta y subraya que, en realidad, pretendía dirigirse penalmente contra dos personas físicas, que no son otras que Bartomeu y Rosell. La venganza, pues, no se ha producido. El desgaste sí, como lo demuestra que Sandro dejó la presidencia con la excusa de defenderse, desde fuera, del caso Neymar que, en la primera curva, fue denunciado por el socio Jordi Cases.
Ayer, sin embargo, no fue una derrota inesperada para Laporta. Quizá su mayor sorpresa en el caso Neymar sucedió en la Asamblea de Compromisarios de hace cuatro semanas. Allí, Bartomeu y su junta se sometieron a una moción de confianza por este pacto con la fiscalía. De haber perdido, hubieran dimitido. Era jugársela a todo o nada un año después de haber goleado en las elecciones. Laporta, en esa semana previa a la asamblea, tuvo páginas de entrevista, apariciones radiofónicas y una petición clarísima en Twitter para echar a los actuales dirigentes. Los socios, sin embargo, refrendaron a la actual junta con un 81% de votos a favor. Apabullante. Quizá hubiese sido un buen momento para retirar el recurso e irse a dar una vuelta por el Luz de Gas. Pero decidió legítimamente seguir adelante con un recurso que, ahora, ya es papel mojado.
Dicho esto, y entendiendo que el pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado es un mal menor conseguido tras meses de negociación del hábil letrado González Franco, creo que el Barça habría hecho bien en ir a juicio y llegar hasta el final, si convencidos estaban de que las cosas no se hicieron mal y, sobretodo, sabiendo que la Fiscalía tenia que aplicar la “excusa absolutoria” –término fundamental en este casoporqué se dieron cuenta de que el proceso penal contra Rosell se inició una vez efectuado ya el pago de la declaración complementaria de impuestos. Si teníamos la razón, ¿por qué firmamos un pacto que nos cuesta 5,5 millones y, lo que es peor, en el que admitimos dos delitos fiscales por errores en la planificación? Se me ocurren tres puntos. Para terminar con la incerteza judicial, para evitar que Neymar –y dos presidentesse sentasesen en el banco de los acusados, y por qué se está convencido de que, pactando con la Fiscalía que esos 40 millones pagados a NyN fueron salario, se va a ganar el caso Neymar 2, donde DIS considera que
Han pasado cosas tan raras que no está mal evitar un juicio que era del todo incierto
esos 40 fueron traspaso.
En definitiva, han pasado cosas tan raras en todo este enrevesado tema, entre jueces que cierran el caso y les obligan a dar marcha atrás, o fiscales que no ven el caso por ninguna parte pero se ven forzados a seguir, que lo que podía pasar en un juicio era absolutamente incierto. Antes del enésimo giro de guión, se firmará este pacto que evitar ir a un juicio que no garantizaba el éxito. Para el Barça, ya ha sido todo demasiado largo, costoso y barriobajero. Ahora, para celebrarlo, que esta noche Neymar se destape ante el Celtic, un rival que se le da especialmente bien