Mundo Deportivo (At. Madrid)

El Sevilla se la jugará en Francia

- Curro Tello Sevilla

El Sevilla se complicó ante la Juventus un pase a octavos que tenía en la mano y que tendrá que jugarse en Lyon en la última jornada, donde, eso sí, le valdrá el empate, dependiend­o de sí mismo para pasar. Incluso perdiendo por un gol de diferencia se metería por el ‘goal average’ general. Lo que prometía fiesta en Nervión acabó en resignació­n, y también una mezcla entre indignació­n por un arbitraje que pudo perjudicar a los de Sampaoli.

Fue la historia de un partido grande, histórico para los locales, que el Sevilla se complicó solito después de una salida que llamaba a la esperanza. Contagiado por el ambiente, el equipo de Sampaoli le tomó pronto el aire a la noche con un juego con ritmo y dinámico ante una Juventus que pronto dio señales de que entre sus premisas no estaba precisamen­te el repartir caramelos. Pese a ello, el Sevilla salió brioso. Bajo un 4-4-2 clásico y con doble lateral en la derecha y reforzando el centro del campo con Iborra, como hizo en Turín, el entrenador argentino buscó quizá menos posesión de la que acostumbra y más juego vertical. El partido, desde luego, pedía eso. Porque la fricción y la presión atosigante de un rival italiano no invitaba a otra cosa.

Tuvo la suerte de cara el cuadro local cuando en la segunda jugada de un córner, Pareja cazó un balón al borde del área para empalarlo y ponerlo junto al palo derecho de Buffon. Era el minuto 9 y el Pizjuán estallaba de júbilo mientras en los minutos siguientes la Juve incrementa­ba su ritmo de juego. Con Cuadrado insistiend­o en la banda de Escudero, los de Allegri fueron acercándos­e al área de Sergio Rico, que veía a su equipo retroceder frente a la tosquedad bianconera.

Antes de la media hora, Mandzukic había avisado con un disparo que se fue alto... hasta que Franco Vázquez cometió la torpeza de la noche al pecar de ingenuo en una jugada sin peligro y ver una rigurosa segunda amarilla. El Sevilla se quedaba con diez y ello animaba a los italianos casi en la misma jugada en la que Khedira metía más miedo aún con otro disparo seco.

La respuesta de la Juve llegó en el tiempo de prolongaci­ón de la primera mitad, cuando el inglés Mark Clattenbur­g castigó con penalti un forcejeo de Mercado con Bonucci en un córner. Marsichio establecía la

igualada y dejaba todo en el aire para la segunda mitad.

Tras el descanso, Sampaoli plegó sus velas en vista de la situación. Quitó a un delantero dejando que Vitolo se matara solo arriba y cedió todo el campo a una Juventus que tiene argumentos para encerrar a cualquiera, más si se le entrega el balón y el terreno como hizo el Sevilla. Demasiado tardaron los italianos en decidir. Si Sergio Rico ya había evitado el 1-2 ante Pjanic, un zapatazo de Bonucci le fue imposible atajar. Y ya con el Sevilla volcado e Iborra ‘a lo Alexanco’, Mandzukic definía a la perfección un 1-3 que no sentencia al cuadro de Sampaoli que, expulsado, no pudo dirigir la segunda parte, pero que obliga a hacer un esfuerzo extra en Lyon

Al equipo andaluz le sirve el empate o perder por la mínima en el último partido

LAS FRASES Jorge Sampaoli “El vestuario está con mucho dolor. Ojalá que esto no nos perjudique en el futuro y vayamos a luchar la clasificac­ión allí en Lyon” “Por lo hecho, fue injusto perder este partido. El equipo, con diez jugadores, no sufrió, tuvo el control y más ocasiones que el rival” “No estoy en condicione­s de analizar al árbitro. No hablaría bien de mí si ahora hablo de los árbitros. Me expulsaron bien porque reclamé”

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FOTO: EFE Vicente Iborra discute con el colegiado Mark Clattenbur­g tras la señalizaci­ón del discutido penalti favorable a la Juventus

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