Química bajo los palos
Ainhoa es Licenciada y tiene un Master en Toxicología
Ainhoa Tirapu (32) no necesita presentación. Con 46 partidos internacionales con la selección española (jugó la Eurocopa 2013 y el Mundial 2015), la guardameta del Athletic es pionera, referente e icono en el fútbol femenino español. Esta temporada vuelve a ser fundamental en el firme reto del equipo vasco de conquistar títulos, como todos los años, aunque de entrada se ha puesto complicado: “Estamos sufriendo un poco las consecuencias del desgaste de la Champions, unido a varias lesiones y el fuerte calendario de entrada. Ya nos vamos recuperando, las sensaciones son cada vez mejores y nuestros rivales directos se enfrentan ahora entre ellos”, dice.
Nacida en Pamplona, no tiene nada que ver con el mítico Mariano Tirapu, aunque son conocidos y se saludan cuando se ven en su tierra natal. Ahora vive y trabaja en Bilbao, donde compagina el fútbol con su jornada laboral como dependienta del Decathlon. “Estoy centrada en la seguridad de la tienda y el contacto con los clubs para suministrar material”, apunta. Anécdotas no le han faltado, desde que los clientes le pidan autógrafos y ‘selfies’ hasta consejos en las compras, “sobre todo desde que ganamos la Liga el pasado año y nos conocen a casi todas”, relata.
La conquista de la pasada Liga fue una locura. Las chicas desfilaron en autocar por las calles de Bilsors bao ante miles de aficionados y fueron portada en periódicos y telediarios. “Llevábamos muchos años siendo segundas, quedándonos a las puertas de la Liga y ya nos tocaba ganar un título. El último había sido hacía nueve años. Habíamos sufrido golpes muy duros, como perder ante el Barça en San Mamés en la última jornada con el campo lleno. Nunca olvidaremos la cara de ilusión de la gente, de los niños y de las niñas cuando por fin fuimos campeonas”.
Ainhoa celebra el nuevo panorama en que se han logrado spon- y recursos, aunque supone un hándicap para el Athletic, ya que “nuestra filosofía es como la de los chicos, fichar solo a jugadoras vascas, mientras que otros clubs se están reforzando con cracks extranjeras. Se está notando mucho, pero preferimos jugar con ese hándicap y mantener nuestro espíritu”.
Es también Licenciada en Química y tiene un Master en Toxicología y Contaminación ambiental, una pasión que de momento tiene aparcada por falta de tiempo, pero no descarta en el futuro cambiar el césped por el laboratorio