Vive en el piso en el que iba a alojarse Moyes
En el año en el que David Moyes estuvo en Donostia, nunca quiso entender la idiosincrasia de la Real Sociedad ni se integró en la vida de los guipuzcoanos. El entrenador escocés vivió los doce meses que entrenó a la Real en el hotel más lujoso de la capital guipuzcoana, el María Cristina, sin que ninguno de los pisos que le fueron mostrando en esos 365 días le convenciera. Cuando ya estaba decidido a mudarse a un apartamento en el centro de la ciudad, fue destituido. El piso lo heredó Eusebio, que desde el principio se instaló en el magnífico alojamiento, frente a la Bahía de la Concha.
Es habitual ver al técnico vallisoletano por Donostia o participando en los muchos actos culturales o gastronómicos que abundan en la capital guipuzcoana. Acompañado en su tarea por su segundo entrenador, Juan Carlos Andrés, un gallego que conoció en su época en el Celta, y por Gerardo Izaguirre, preparador físico vitoriano que también trabajo con él en Balaídos, Eusebio, de momento, ha logrado resucitar a la Real de la gris depresión en la que estaba instalada en los dos últimos años. Y aunque aún quedan dos tercios de Liga por delante, la palabra Europa vuelve a sonar fuerte en Anoeta. De momento la Real ocupa la quinta plaza en la tabla, está a tan solo cuatro puntos del Barça y la ciudad vuelve a soñar. El juego de la Real de Eusebio despierta la admiración de la afición propia y también de las rivales